lunes, septiembre 30, 2024
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La única crisis que no tiene el Barça es de resultados

Decía Xavi antes del partido ante el Alavés que el Barça no está en crisis. Volvió a tener que remar contracorriente por regalar un gol en el primer minuto de juego y solo un penalti de listo que rascó Ferran Torres evitó otro tropiezo inesperado. Lo cierto es que el Barça sacó los tres puntos, que es lo que tocaba, y mantiene el pulso por la Liga. Y eso es lo mejor que puede sacar Xavi de su equipo antes del parón.

Las dudas en el juego son más que evidentes. En defensa cualquier equipo con un poco de ambición le saca los colores. Lo hizo el despliegue físico de Samu, que obligó a Xavi a rectificar las posiciones de Koundé y Araujo. Y en ataque el asunto no va mucho mejor. El primer tiempo fue plano y sin ritmo. Los azulgrana estuvieron lejos de arrollar a un Alavés parapetado en su campo tras el primer gol. Le salvó un chispazo de Lewandowski con un remate espectacular y el penalti que se sacó Ferran de la nada.

El rendimiento de Cancelo y Joao Félix hace tiempo que ofrece dudas, la irrupción de Lamine ha perdido fuelle y Gündogan deja un sabor agridulce en cada partido -error grave el del alemán en el gol del Alavés-. Hay pocos jugadores del Barça en una buena versión. Y pese a ello, siguen en una buena posición para pelear la Liga y acceder a los octavos de Champions.

Así no se pueden empezar los partidos

El Barça tardó 18 segundos en evidenciar ante el Alavés que si no está en crisis, como quiso dejar claro Xavi en la rueda de prensa previa al encuentro, poco le falta. Como ocurriese en Granada, una pérdida en la salida de balón, esta vez de Gündogan, permitió a Samu adelantar al equipo vitoriano. Error grosero casi en la primera jugada del partido. Lamentable.

¿En qué pensaba Xavi?

Ya de inicio llamó la atención que Araujo ocupase el lateral diestro y Koundé fuese central junto a Iñigo. Tardó 40 minutos Xavi en darse cuenta que el uruguayo desvela sus carencias con balón en espacios reducidos y que al francés, ante un tanque como Samu Omorodion, le penaliza esa soberbia con la que, en demasiadas ocasiones, acude al choque. El resultado fue un Koundé zarandeado por su pareja de baile y un Araujo errático con balón. Salvo en marcajes individuales como el de Vinícius, Koundé y Araujo nunca deberían distribuirse las posiciones en defensa como en la tarde de hoy.

Fue devolverles a una posición más lógica y Araujo secó a Samu y Koundé acabó asistiendo con un buen centro a Lewandowski en el tanto del centro. El cambio era evidente.

Lewandowski siempre será un nueve

El polaco iba camino de otro partido gris con el Barça. No gana un duelo, no es el martillo pilón de antes pero le siguen quedando fogonazos del que fue uno de los mejores delanteros de Europa. Su cabezazo fue dificilísimo, rectificando su posición y dándole una dirección imposible para Sivera. Un golazo de puro nueve. La rúbrica llegó con la sangre fría para ejecutar un penalti a la perfección.

La picardía de Ferran

Tardó poco el tiburón en resultar decisivo para el desenlace del partido. Corrió en diagonal un balón que parecía perdido y supo meter el pie justo a tiempo para anticiparse a Abqar y sacarle un penalti tan inocente como salvador para los azulgrana.

Y Xavi se inventó un lateral izquierdo…

Cómo tiene que ver el técnico azuglrana a Balde para que en el once ante el Alavés optase por poner a Cancelo en la izquierda. Con dos laterales zurdos, Xavi tiró del portugués para ocupar ese carril. Eso significa dos cosas: ni Balde está bien ni Xavi confía lo que debería en Marcos Alonso.

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