La selección argentina tuvo un primer tiempo difícil contra Polonia en el Mundial Sub 17, con una jornada de mucho calor que además se combinó con los temores de quedar afuera del certamen y la presión de los europeos por buscar una goleada que los mantenga con vida. El gol de Thiago Laplace en el primer tiempo destrabó el encuentro y les dio calma a los de Diego Placente. Y el mejor ejemplo de eso fue el segundo tanto del duelo.
Mateusz Skoczylas sacó de la mitad de la cancha con un pase atrás para Igor Brzyski que dividió con un pelotazo tras un mal control. La Selección recuperó el balón, el recién ingresado Valentino Acuña la punteó y todo quedó en los pies del capitán Claudio Echeverri.
El Diablito giró, levantó la cabeza y vio el pique de Agustín Ruberto a las espaldas de los defensores rivales. El goleador de River peleó contra el defensor Dominik Szala, le ganó la posición poniendo el cuerpo y quedó en soledad para definir ante el arquero Michal Matys. El delantero dio un toque rasante y preciso con derecha para sumar el 2-0 cuando el reloj oficial indicaba que apenas se había desarrollado 11 segundos de esa segunda etapa.
Ruberto celebró así su tercera anotación en la Copa del Mundo Sub 17 tras marcar el descuento de tiro libre en la derrota 2-1 ante Senegal cuando el reloj ya señalaba el tiempo de descuento y firmar el último grito del triunfo 3-1 ante Japón también ya sobre los minutos de adición.
Con el tanto inmediato que llegó luego por intermedio de Ian Subiabre, el entrenador Diego Placente decidió empezar a cuidar a sus futbolistas. Echeverri fue reemplazado por Franco Mastantuono minutos más tarde y Ruberto dejó la cancha para darle minutos a Santiago López a los 67 minutos.
