Cuando haces match, ya no hay stop en ‘First Dates’. José Luis estaba tan encantado con Annelies que se vino arriba y no se cortó en confesarle que le encantaría vestirla de Caperucita Roja para «comérsela entera».
¿Quién teme al lobo feroz?
José Luis tiene 76 años, está jubilado, trabajaba como decorador y viene desde La Sénia (Tarragona). Vino cargado con un cuadro porque le apasiona la pintura y todas sus exparejas habían sido artistas. Buscaba a alguien más joven que él y con ganas de bailar.
Annelies también está jubilada, tiene 71 años y se dedicaba a dar clases de inglés. Aunque vive en Cambrils, es oriunda de Rotterdam y se mudó en su momento por el negocio de sus padres. Al verla, José Luis quedó prendado de su elegancia y su «pelo guapo».
Ambos coincidieron en que era su primera vez en una cita a ciegas y a José Luis le sorprendió saber que a ella no le gustaba el baile de salón. Volvió a ganarse su respeto cuando Annelies le dijo que iba en bicicleta a todas partes y que solía pintar flores.
A Annelies le gustó ver que era una persona con ganas de vivir y de hacer cosas, y que hacía unas paellas fantásticas: «Me encanta, porque los hombres liberados cocinan» comentó la holandesa. Él vio en ella a una buena compañera de viajes.
Se produjo un momento algo incómodo cuando ella le confesó que se le estaban cayendo gotas de sudor por la espalda y él se asustó: «Pensaba que me ibas a decir que se te estaban cayendo los pechos».
En el reservado, salió la pregunta de qué disfrazaría a su cita en una noche de pasión y José Luis lo tuvo claro: «La disfrazaría de Caperucita Roja, para comerla de arriba abajo. Y yo del Lobo». Al final, se dieron dos castos besos en la mejilla y accedieron a seguir conociéndose en una segunda cita.
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