En el dinámico sector del transporte en Perú, la historia de Tepsa se destaca como un relato de ambición, innovación y resiliencia. Fundada en 1953 por Antonio Ciccia Ciccia, la empresa se consolidó como una de las pioneras en el transporte interprovincial, logrando expandir su operación más allá de Perú para establecer presencia en Chile, Ecuador y Venezuela. A pesar de este impresionante crecimiento, la compañía enfrentó desafíos inesperados hasta 2021: problemas financieros comenzaron a surgir, poniendo en riesgo la estabilidad de la organización.
Actualmente, Tepsa representa un caso de estudio valioso para el sector empresarial. Esta firma, que en su momento fue un símbolo del éxito corporativo en Perú, se convierte en un ejemplo revelador de ascenso y declive en el ámbito de los negocios.
La visión innovadora de Antonio Ciccia en el transporte terrestre
En 1953, el sector del transporte en Perú estaba en sus etapas iniciales. En aquel entonces, Rogero era la única empresa establecida en este rubro. Fue en este contexto en que Antonio Ciccia identificó una oportunidad para el éxito, fundando Moderno Express, una empresa de transporte que rápidamente ganó aceptación por sus extensos recorridos por carretera.
Con el paso de los años, Antonio Ciccia decidió expandir sus horizontes: viajó al extranjero para estudiar las operaciones de servicios de transporte en países más desarrollados, con el objetivo de implementar ideas innovadoras en Perú.
Inspirado por su visita a Estados Unidos, Ciccia quedó impresionado por los vehículos americanos. A su regreso a Perú, renombró su empresa a Turismo Expreso Pullman, en alusión a los autobuses de motor utilizados para el transporte de pasajeros. Además, introdujo la marca de autobuses Greyhound en el país. Estos vehículos, conocidos por su rapidez y eficiencia, se convirtieron en un símbolo de lujo y prestigio, marcando un hito en la historia de Tepsa.
Durante la década de los 70, 80 y 90, las innovaciones introducidas por Ciccia consolidaron la reputación de la empresa, destacando por su puntualidad, baja tasa de accidentes de tránsito y la confiabilidad en el manejo de encomiendas.
Valentía en tiempos de guerra: resiliencia y renovación de Tepsa
En 1995, durante la guerra de Cenepa entre Perú y Ecuador, pocas empresas de transporte se aventuraron a operar en la frontera. No obstante, Tepsa continuó sus servicios, colaborando estrechamente con el Ejército peruano al facilitar el traslado de soldados hacia la zona de conflicto. Este esfuerzo contribuyó significativamente al reconocimiento de la empresa a nivel nacional.
Posteriormente, la guerra condujo a la quiebra de varias compañías en el país, incluyendo a Turismo Expreso Pullman. En 2004, Antonio Ciccia relanzó la empresa bajo el nombre de Transportes El Pino, conservando las siglas Tepsa. Esta nueva etapa marcó un período de crecimiento para la compañía, que no solo obtuvo contratos con empresas mineras, sino que también se consolidó como una de las principales operadoras de transporte en Perú.
La conquista en los destinos nacionales e internacionales
Tepsa, con sede en Perú, ha establecido una notable red de conexiones que abarca más de 30 destinos a nivel nacional, incluyendo ciudades clave como Lima, Cusco, Arequipa, Tacna, Chiclayo y Trujillo. Este extenso alcance dentro del país ha sido un factor crucial en su crecimiento. Además, su expansión internacional ha sido particularmente destacada, logrando un reconocimiento significativo. La compañía ha sido pionera en el ámbito peruano, extendiendo sus operaciones más allá de las fronteras nacionales hacia destinos internacionales como Santiago en Chile, Quito en Ecuador y Caracas en Venezuela.
¿Por qué quebró la empresa Tepsa?
Con el transcurso del tiempo, la energía de Antonio Ciccia Ciccia, fundador de Transportes Tepsa, comenzó a disminuir. Ante esta realidad, decidió traspasar la administración de la empresa a sus hijos. En un contexto distinto, la crisis financiera desencadenada por la Covid-19 afectó tanto a pequeñas empresas como a grandes organizaciones con años de trayectoria, incluyendo a Tepsa.
Este impacto se tradujo en cuantiosas pérdidas de ingresos. A pesar de las expectativas generadas en torno al programa estatal Reactiva Perú, pensado para la recuperación económica, Tepsa no logró reestablecerse completamente. Esta situación condujo a la suspensión de sus operaciones de transporte tanto a nivel nacional como internacional, un hecho que se concretó a mediados del 2021.
