El presidente Gustavo Petro fue el único jefe de Estado que asistió a la posesión del millonario empresario Daniel Noboa como presidente de Ecuador ante el Congreso de ese país.
Según información proporcionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador a la agencia EFE, únicamente el mandatario colombiano confirmó su asistencia. El presidente de Bolivia, Luis Arce, quien también había confirmado su presencia, canceló su visita a última hora.
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Así las cosas, el presidente Petro fue la figura de mayor notoriedad en el acto de posesión, que se realizó en la sala plenaria de la Asamblea Nacional ecuatoriana. Allí, Noboa juró su cargo como presidente junto con la vicepresidenta electa, Verónica Abad, y posteriormente pronunció su primer discurso oficial como jefe de Estado de Ecuador.
Al parecer, la poca antelación con la que se anunció la fecha de la toma de posesión y la incertidumbre sobre la agenda de la jornada dificultaron que representantes de mayor nivel de otros países pudieran asistir al acto, según le confirmaron fuentes diplomáticas ecuatorianas a EFE.
Los otros países enviaron en su representación a sus cancilleres o ministros de Relaciones Exteriores, o a sus embajadores en Ecuador. Tal fue el caso de Estados Unidos, que solo estuvo representado por el embajador Michael Fitzpatrick.
Perú, por ejemplo, solo envió a su canciller Javier González-Olaechea, recientemente posesionado en el cargo. También llegó a Quito el excanciller peruano Gonzalo Gutiérrez, en calidad de secretario general de la Comunidad Andina (CAN), que está compuesto por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú y cuya sede es en Lima.
Otros delegados que asistieron al evento fueron Laura Carrillo, representante de México; Dejan Blagojevic, representante de Serbia en Argentina, que asistió como encargado de negocios; y Alexander Christian Kofman, embajador del Reino de los Países Bajos en Perú, que asistió como embajador concurrente.
Daniel Noboa, hijo del magnate del sector bananero Álvaro Noboa, quien fue cinco veces candidato presidencial, asumió un corto mandato que solo durará un año y medio con el fin de completar el periodo de Guillermo Lasso, que fue destituido por el mecanismo constitucional denominado como muerte cruzada.
Con esa figura, Lasso intentó disolver la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, porque iba a votar su destitución por un juicio político en donde se lo acusó de malversación, cargo que él rechaza.
Por eso se tuvieron que realizar unas nuevas elecciones generales a las que no se presentó y en las que resultó ganador Noboa, que superó en la segunda vuelta a la correísta Luisa González, convirtiéndose así en el presidente más joven de la historia de Ecuador.
Según medios ecuatorianos, Noboa buscará realizar una consulta popular en asuntos clave de su gestión, que estará enfocada en intentar reducir la criminalidad y la violencia, generar oportunidades económicas y de empleo y reducir el déficit, ante el riesgo que tiene Ecuador de caer en un posible ‘default’ financiero.
En contraste con la ceremonia de investidura del presidente saliente, Guillermo Lasso, que tuvo lugar el 24 de mayo de 2021 y contó con la presencia de líderes regionales y globales como Jair Bolsonaro de Brasil, Sebastián Piñera de Chile y Jovenel Moïse de Haití, la posesión de Noboa fue diferente.
En lugar de los presidentes, estuvieron presentes delegados de varios países, pero no los jefes de Estado. En la toma de posesión anterior, también asistieron dignatarios como Luis Abinader, presidente de la República Dominicana, Hugo Velázquez, vicepresidente de Paraguay, el Rey Felipe VI de España (con quien Noboa se reunió a principios de noviembre), y los opositores venezolanos Leopoldo López y Lilian Tintori.
