Kinsasa, 8 dic (EFE).- La Comunidad del Este de África (EAC) ordenó hoy la retirada de todas las tropas de la fuerza regional que lucha contra los rebeldes de la República Democrática del Congo (RDC), después de que el Gobierno de ese país decidiese no renovar su mandato, que caduca este viernes, y criticase su efectividad.
«Los países que aportan tropas deben comenzar la retirada de sus tropas del este de la RDC de acuerdo con el plan de salida adoptado», señaló la fuerza regional en un comunicado.
Kenia empezó a retirar sus tropas el pasado sábado, con un primer grupo de 300 soldados, y la EAC espera que Sudán del Sur también evacue a 287 de sus efectivos a lo largo de este viernes.
Además, el bloque regional dio de plazo hasta el próximo 7 de enero para que «las tropas restantes de la EACRF (la fuerza regional), incluidos los contingentes de Uganda y Burundi», replieguen a sus efectivos y sus equipos «por aire y carretera».
Pese a que los jefes de Estado de la EAC, reunidos el pasado día 6 en Arusha (Tanzania), sede de este bloque de países, aprobaron la salida de la fuerza regional, el grupo «expresó su preocupación» por los «enfrentamientos en curso» del rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que desde este octubre ha intensificado sus ofensivas y ha tomado numerosas zonas y localidades estratégicas.
«(La EAC) instó a las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC), al M23 y a otros grupos armados a cesar las hostilidades para permitir que continúen los procesos de paz y encontrar una solución duradera a los desafíos de seguridad», añadió el comunicado.
La RDC ha criticado en varias ocasiones en el pasado a la misión regional, acusándola de no «resolver» el «problema» de la inseguridad.
El contingente militar de la EAC -integrado por efectivos de Kenia, Burundi, Uganda y Sudán del Sur- empezó a desplegarse a finales del año pasado, después de la reactivación del M23 tras años de actividad escasa.
Las ofensivas del grupo insurgente también desencadenaron una escalada de tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con los rebeldes, extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado, pese a que la ONU lo confirmó.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país de origen.
Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco). EFE
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