Miguel Gutiérrez fue el mejor jugador del partido que enfrentó este domingo en Montjuïc a Barça y Girona y que acabó con el triunfo del equipo de Míchel (2-4). El lateral madrileño fue indetectable para la defensa azulgrana durante casi todo el partido. Llegó a plantarse hasta tres veces en el área de Iñaki Peña totalmente solo y a la tercera logró el segundo gol para su equipo con un gran disparo de puntera.
Miguel se formó en la cantera del Real Madrid y fue traspasado al Girona durante el verano del 2022, firmando contrato hasta el 30 de junio del 2027 con el actual líder de la Liga. Los de Montilivi pagaron por él unos cuatro millones de euros. Fue una apuesta del director deportivo del Girona, Quique Cárcel, que veía mucho futuro en un futbolista que había debutado en el primer equipo blanco, pero que había jugado en Primera RFEF.
Cuando ambos clubes negociaron el traspaso, una de las exigencias de José Ángel Sánchez fue no perder el control del jugador. Es una norma en el Real Madrid para poderlo recuperar en caso de explosión o poder sacar tajada por él si se da un traspaso importante.
El club blanco, en aquella operación, se quedó con el 50% del jugador y se hizo con una cláusula por la que puede recuperar a Miguel pagando ocho millones de euros, cantidad muy inferior a los 40 millones de euros que debería pagar cualquier otro club si quiere fichar a quien está siendo uno de los mejores laterales de la Liga.
