Pocos criminales han pasado por tantas cárceles como Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, lo hizo antes de ser sentenciado a cumplir una cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad de Estados Unidos. El narcotraficante estuvo tras las rejas de tres centros penitenciarios de México ―de los que escapó en dos ocasiones― y, antes de ser ingresado a ADX Florence, su actual hogar, conoció el inmueble que actualmente mantiene recluido al menor de sus hijos varones: Ovidio Guzmán López.
La primera detención de Guzmán Loera se registró el 9 de junio de 1993. Aunque en aquella época su carrera criminal apenas comenzaba a despegar bajo el liderazgo de Amado Carrillo Fuentes, ‘El Señor de los Cielos’, ya contaba con un gran poder.
Fue por eso que el 22 de noviembre de 1995 logró que las autoridades lo trasladaran del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, al CEFERESO No. 2, conocido como Puente Grande, localizado en Jalisco.
Así lucía el penal de Puente Grande
‘El Chapo’ permaneció recluido en el centro penitenciario “Occidente” poco menos de nueve años. Según refieren varios testimonios y reportes periodísticos, en ese tiempo gozó de una atención inigualable, pues todo aquello que pedía se le cumplía: mujeres, alcohol, comida, artículos personales, cambios al interior del penal, entre otras cosas.
Por esa razón era conocido como ‘El Jefe’, ‘Don Joaquín’ o ‘El Señor’.
El otrora narcotraficante escapó del penal el 18 de enero de 2001 con la ayuda de al menos 71 personas, entre las que se encontraban 15 funcionarios del sistema penitenciario. Dicho hecho evidenció la red de corrupción que existía y, según dieron a conocer diferentes testigos, después de ello las autoridades de Puente Grande endurecieron las reglas a los presos.
El 28 de septiembre de 2020 se dio a conocer la extinción oficial del CEFERESO No. 2. El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que la decisión se tomó debido a una reorganización en el sistema de penales. Se ubicaba en el kilómetro 17.5 de la carretera libre a Zapotlanejo, en el municipio El Salto, Jalisco.
Tenía una capacidad de 724 personas, aunque en sus últimos días únicamente resguardaba a menos de 400 prisioneros.
‘El Altiplano’, la prisión que logró evadir
Guzmán Loera volvió a enfrentarse a la justicia el 22 de febrero de 2014, día en el que fue capturado por elementos de la Armada de México. Tal como sucedió en la primera ocasión, fue ingresado al CEFERESO No. 1, mejor conocido a ‘El Altiplano’, donde permaneció hasta que realizó su segunda fuga.
El penal que fue hogar del narcotraficante por más de un año fue construido entre 1988 y 1990 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Recibió a sus primeros reclusos en noviembre de 1991 y actualmente es considerado la cárcel de máxima seguridad del país.
Se encuentra a 25 kilómetros de Toluca, la capital del Estado de México, y cuenta con una superficie de 260 mil metros cuadrados, por lo que puede albergar hasta 724 prisioneros.
La noche del 11 de julio de 2015, ‘El Chapo’ pasó a la historia tras evadir todo el sistema de seguridad del penal y escapar a través de un túnel de 1.5 kilómetros de longitud, cuya entrada fue localizada en el área de la regadera de su celda.
La última prisión de ‘El Chapo’ en México
La tercera y última captura del capo se registró el 8 de enero de 2016. Pasó unos meses en ‘El Altiplano’, pero posteriormente se instruyó su traslado al CEFERESO No. 9, ubicado en Ciudad de Juárez, Chihuahua.
Ubicada en el kilómetro 38.8 de la Carretera Panamericana y con un total de 40 estancias, la cárcel sufrió diversos cambios para recibir al famoso narcotraficante. Los reportes señalan que los presos que se ubicaban en el área de alta seguridad tuvieron que ser reubicados, con el fin de evitar algún riesgo.
FOTO: NACHO RUÍZ /CUARTOSCURO.COM (Nacho Ruiz/)
A diferencia de las primeras dos ocasiones, esta tercera vez se ordenó que contara con seguridad las 24 horas del día, los siete días de la semana.
“Tenía seguridad tanto al interior y al exterior. Por lo regular estaba en su celda, pero había horarios que a veces le permitían salir aquí a la estancia, acompañado de oficiales”, relató un excustodio del CEFERESO al N+
Capturas obtenidas de los videos de seguridad de su celda evidenciaron el pequeño espacio que tenía. Su cama, mesa para comer y baño estaban distanciados por menos de dos metros.
Las prisiones en EEUU:
Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos el 20 de enero de 2017. A su llegada, fue inmediatamente ingresado al Centro Correccional Metropolitano (MCC) de Chicago, prisión ubicada en Manhattan, Nueva York. Ahí estuvo recluido durante la realización de su juicio.
El MCC fue diseñado por el arquitecto Harry Weese e inaugurada en 1975. Se trata de un solo edificio de 28 pisos en forma triangular, cuyas ventanas permiten la entrada de luz apenas por un espacio de 13 centímetros.
El único espacio abierto es la azotea, donde los presos pueden hacer deporte y jugar basquetbol. Sin embargo, no todos tienen acceso a esta zona.
Según refiere el portal web de la agencia, actualmente alberga a un aproximado de 500 prisioneros.
MCC dejó de ser el hogar de ‘El Chapo’ el 19 de julio de 2019. Aquel día, el juez federal Brian M. Cogan lo sentenció a cadena perpetua, por lo que fue trasladado a ADX Florence, la prisión de máxima seguridad del país ubicada en Colorado.
La también conocida como el “Alcatraz de las Rocosas” fue concluida en 1994 y cuenta con 490 celdas individuales. Su función principal es albergar a criminales varones que el sistema de prisiones considera de máxima peligrosidad.
Informes señalan que las celdas, de 2.1 x 3.6 metros, se encuentran totalmente aisladas y están construidas de hormigón. Los presos pasan 23 horas del día en ella. Derivado de esta y otras reglas, diferentes organizaciones de derechos humanos la han señalado como una prisión que atenta contra la integridad de los reclusos.
