Carlos Alcaraz, después de hacer una sesión de fotos con la Copa de los Mosqueteros en la Philippe Chatrier, vestido para la ocasión por Louis Vuitton, se ha sentado con los enviados especiales españoles para reflexionar sobre lo conseguido y lo que viene.
Pregunta. ¿Cómo ha dormido? ¿Cómo lo celebró?
Respuesta. Lo celebré con mi familia, con la gente que vino de Murcia, con mis amigos. Fuimos a cenar e hice todo lo que no estaba haciendo durante el torneo. Comí lo que no estaba comiendo por el tema del gluten y demás. Solté el pie del acelerador y me dejé llevar un poco. Había que brindar con un poco de champán, que también era la ocasión. Pero luego me fui temprano. Este lunes estoy en una nube.
P. ¿Ha dormido con el trofeo?
R. No he dormido con la copa, se la dejé a mi padre que la disfrutara también.
Hay que compaginar el trabajo y el sufrimento con ser una persona normal
P. Ha visto jugar mucho a Nadal, a Federer y a Djokovic. Usted ha sido el más joven en ganar un grande en las tres superficies. ¿Se considera mejor que ellos a su edad?
R. No me acuerdo. He visto vídeos, pero con unos ‘highlights’ no me puedo comparar a ellos cuando tenían mi edad. Como siempre he dicho, no importa lo que haya conseguido con 21 años si me estanco aquí. A final, yo quiero seguir mi carrera y seguir creciendo para llegar donde están Djokovic, Rafa y Federer hasta hace poco. Los buenos y los cracks han seguido mejorando durante su carrera hasta llegar a los 37-38 años en su mejor momento.
P. ¿Te ves jugando con 38?
R. Por qué no
P. ¿Cómo tiene que gestionar este éxito si se tiene en cuenta que Wimbledon y los Juegos están a la vuelta de la esquina?
R. Hay que disfrutar este tipo de momentos después de todo el trabajo y el sufrimiento para ganar este tipo de trofeos. Esto lo tienes que compaginar con el disfrute, un poco. Voy aprendiendo con 21 años lo que necesito y no necesito, cómo hacerlo y cómo no. Me voy dando cuenta de que hay que compaginar el trabajo y el sufrimiento con días de descanso, en libertad, haciendo lo que me gusta y sentirme no tenista sino una persona normal. Eso te ayuda a aislarte y a despejarte la mente para volver a la pista al 100 por 100.
Nadal, Federer y Djokovic han seguido mejorando hasta los 37-38 años
P. ¿Me puede decir tres imágenes que le vengan a la cabeza del domingo triunfal?
R. Preparándome antes del partido, una hora antes, cuando estaba con los vendajes en la sala del fisio con mi equipo. Hacíamos bromas y la tensión se podía cortar con unas tijeras. Es una imagen con la que me quedo. Luego cuando subí a celebrarlo al banquillo y me abracé a toda mi gente. Y luego después, con todos cenando y celebrando la victoria.
P. ¿Alguna instantánea del partido?
R. Yo soy muy de vivir los momentos con mi gente. Los momentos previos y los que vinieron después.
P. ¿Qué cree que puede separarle de estar compitiendo algún día por ser el GOAT del tenis, cabeza, lesiones…?
R. Yo diría que la cabeza. Estar aguantado 16 o 17 años en lo más arriba del ranking, peleando por los grandes títulos año tras año, lidiando con la presión, con las lesiones, lidiando con todo, eso es algo fuera de lo normal. El tener esa continuidad año tras año es algo que pocos logran. La fortaleza mental y la cabeza es la que puede hacer que esté el día de mañana en el debate por ser el GOAT.
P. Llegó a París con las dudas físicas por el antebrazo. ¿Ha llegado a tener angustia porque ha llegado a decir que tenía temor al golpear?
R. No, en ningún momento. En Madrid me lo noté y eran partidos a tres sets. Es verdad que me provocó incertidumbre en el brazo. Conforme iban pasando las rondas aquí no sentía dolor. Y el día de la semifinal con Sinner ya no tenía que cohibirme en pegar las derechas a un 80 o 90 por ciento. Si me rompo o me duele, que sea aquí. No era momento de tener miedo sino confiar en el trabajo que había hecho y olvidarme plenamente de todo.
La fortaleza mental es la que puede hacer que el día de mañana esté en el debate por ser el GOAT
P. ¿Hasta qué punto le dolía ir descartando torneos?
R. Mentalmente fue una angustia porque el antebrazo derecho lo uso para todo y yo imprimo mucha velocidad, mucha fuerza en cada golpeo y el antebrazo sufre mucho. Es una zona en la que me preocupaba mucho pensar en que no me iba a recuperar. En Madrid ya me molestó en el cuarto partido y no pude ir a Roma. Nos hicimos pruebas y todas las cosas que teníamos que hacer para llegar aquí lo mejor posible, pero yo seguía pensando en qué iba a pasar porque lo hago todo con el brazo derecho.
P. ¿En su escala de prioridades le hace más ilusión ganar Wimbledon o los Juegos Olímpicos?
R. Es complicado, pero los Juegos con cada cuatro años y es un torneo especial porque no juega para ti solo porque representas a todo un país, a todos los españoles. Este año elegiría un oro olímpico.
P. ¿Es algo fuera de lo normal lo que está consiguiendo siendo tan joven?
R. Sí, lo seguimos viviendo con la máxima ilusión. He visto mis vídeos de cuando era pequeño debajo de la Torre Eiffel viendo Roland Garros. Estar años después levantando la copa son momentos bonitos y yo los vivo con especial ilusión, es un sueño levantar títulos como el de Roland Garros ya que era el torneo que veía desde que era pequeño. Sea el tercer título o el décimo, lo seguiré viviendo como si fuera el primero.
P. Su vida parece de cuento. ¿Hay algo malo en su vida?
R. Bueno, no es un camino de rosas. Tanto a nivel profesional como personal tienes que ir lidiando con cositas que van pasando. Yo me considero una persona muy feliz en la vida deportiva y personal. Ahora mismo, no tengo grandes preocupaciones fuera del tenis. Vivo tranquilo y feliz de tener la gente que tengo a mi alrededor.
P. ¿Cuál es su calendario?
R. En principio voy a Queen’s, Wimbledon y los Juegos si todo va bien. Si no va bien en la gira de hierba adaptaremos cualquier cosa o hablaré con el equipo a ver qué hacemos.
Mentalmente fue una angustia ir descartando torneos porque el brazo derecho lo uso para todo
P. ¿Sabe cuándo podrá jugar sin la malla compresora en el brazo derecho?
R. No lo sé porque viene la hierba, con bolas duras, va a ser un poco complicado. En Wimbledon, en 2022, ya me vino el problema del codo y me tuve que poner la bracera. Al final serán mis sensaciones y si me calma mentalmente.
P. ¿Es de los que llora más por lesiones o en momentos de felicidad?
R. Yo soy más de llorar por frustración que por felicidad. Yo no lloro mucho y con el tema de la última lesión sí que he llorado un par de veces cuando tuve que perderme torneos que me hacían mucha ilusión.
P. Usted dijo que ha aprobado una asignatura que tenía pendiente. ¿Empezó a aprobarla en la semifinal del año pasado con Djokovic?
R. El año pasaso suspendí clarísimamente esa asignatura, pero este año vinimos con los deberes hechos y lo pude hacer mucho mejor. He aprobado una asignatura que tenía pendiente, pero no con matrícula. Tengo que seguir mejorando y creciendo, y con los años me sentiré aún mejor.
