A nadie escapa que desde hace más de dos meses Red Bull ha perdido la superioridad aerodinámica de la que ha gozado desde el principio de 2022 y que su coche ya no es el más rápido de la parrilla, en detrimento de McLaren. Max Verstappen ya no es capaz de sostener en solitario la hegemonía con el coche de Milton Keynes y Checo ya no puede desde China ni ser segundo. Miami fue el punto de inflexión y aunque un genio como el holandés ha ido incluso aumentando su liderato, hasta los 84 puntos en Silverstone, tampoco es capaz de seguir haciéndolo en este momento.
El doblete de McLaren, con Piastri y Norris, en Hungaroring ha sido incontestable y se debe a varios factores. El primero, un coche que no es el más rápido a una vuelta, un circuito de curva lenta, en el que el DRS no tiene tanta importancia y un doble error estratégico en el que fueron siempre por detrás de los ataques de sus rivales. No sólo les lanzaron uno, sino dos ‘undercuts’ durante la carrera, con Hamilton y Leclerc robñandoles la cartera en la lucha por el podio.
No se recuerda un error similar de Hannah Schmitz, la ingeniera de estrategia que la realización enfoca siempre en el muro del equipo austriaco y pese a que otras veces se fiaba todo a la remontada de Verstappen en pista, esta vez ya no fue suficiente para dar cuenta del Ferrari 16 y del Mercedes 44, cuyo piloto lo estaba esperando… Los McLaren estaban fuera de rango esta vez.
Independientemente de la discusión sobre quién tuvo la culpa de la colisión, uno por tirarse desde Amsterdam o el otro por girar el coche para darle el toquecito exacto en el momento preciso, parece que Red Bull ha llegado al fin de trayecto con este tipo de coches de efecto suelo, al menos por el momento.
El principal motivo para el bajón que se ve en el RB20 es que tras la evolución en Japón, que tampoco fue muy buena y las victorias en Japón y Shanghai, se dio por hecho en el departamento técnico que con la distancia que tenían frente a los rivales ya les daría para ganar el Mundial, sobre todo el de pilotos, pues el de Constructores tiene poco interés incluso en el seno de los equipos. El dinero (el que reparte la FIA a final de año) llega por los puntos sumados por los pilotos, no por el campeonato en sí, y Max era capaz de sostener un botín mayúsculo, con cierta ayuda de Checo.
Y allí decidieron parar el desarrollo del RB20 para destinar esa parte del presupuesto al coche de 2025, preparando otro año de éxitos. Es absurdo ganar 22 carreras en un año que no se acumulan para el siguiente, debieron pensar en buena lógica. Fueron 21 triunfos en 22 citas el año pasado y en éste el calendario tenía dos más en la agenda, hasta las 24.
Lo que no esperaban era el subidón de McLaren con la evo que presentaron en Miami. Es cierto que Norris se encontró en cierto modo con su primer triunfo en la F1, pero fue el punto de inflexión de un campeonato en el que no sospechaban la llegada de un rival tan fuerte y tan pronto.
Si los pilotos de McLaren y el propio equipo, hubieran tenido algo de acierto, estaríamos hablando de unos 25 puntos de ventaja tan sólo para Max a estas alturas, pero aún conserva 76, que son buenos incluso gestionando segundos y terceros, si es que el holandés está dispuesto a hacerlo y no se enciende como un cóctel molotov cuando avista a los rivales más odiados como Hamilton.
«Encontrar ganancias en la segunda mitad del año»
Horner hablaba ayer tras la carrera sobre lo que le está sucediendo a su monoplaza: «Con reglas estables, entras en una curva en la que se vuelve cada vez más difícil ganar. Eso es normal. Llevo en este negocio 20 años y eso es lo que pasa. Eso no significa que tengas que aceptarlo, sólo tienes que trabajar más duro para encontrar las ganancias incrementales, ejecutar buenas carreras y estar en la cima de tu juego. Creemos que tenemos que mejorar en la segunda mitad del año», ha dicho el director de Red Bull, que tal vez deba aplicar un plan de choque y recuperar un desarrollo en el RB20 en el que no pensaban.
Se podría pensar que con la vuelta a un circuito muy rápido y de alta eficiencia aerodinámica, como Spa, este fin de semana, el panorama va a cambiar mucho entre Red Bull y McLaren, pero no está tan claro. El MCL38 fue el mejor en Silverstone y en Hungría, sin incorporar ni una pieza nueva, también lo fue.
McLaren, optimista
Según ha sabido MARCA, desde el seno del equipo papaya creen que pueden mantener el pulso en todo tipo de circuitos y, salvo Spa o Monza, el resto de pistas que faltan pueden adecuarse mejor a su coche que al Red Bull. Eso sí, una evolución efectiva de sus rivales puede cambiarlo todo de nuevo para el final de temporada, porque han estado muchos meses con el RB20 en ‘stand by’ y eso puede cambiar tras el verano. Habrá que ver cómo los gestionan en Milton Keynes sin Adrian Newey ya dentro del equipo de F1, lo cual es también muy interesante.
