Moscú, 23 jul (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, quiere canjear al alemán Rico Krieger, condenado a muerte en Bielorrusia, por el chechén Vadim Krásikov, encarcelado en Alemania por el asesinato de un ciudadano georgiano, según la oposición bielorrusa en el exilio.
«En Alemania se encuentra cumpliendo cadena perpetua el agente del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Vadim Krásikov», aseguró Pável Latushko, exministro de Cultura bielorruso exiliado en Polonia, en su canal de YouTube.
Latushko destacó que Putin lleva años intentando intercambiar a Krásikov, pero que hasta ahora Berlín siempre se había negado.
«Ahora (el presidente bielorruso, Alexandr) Lukashenko y Putin han decidido dejar a Berlín sin elección y tomaron como rehén a un ciudadano alemán, al que han amenazado con la pena capital», agregó.
Según fuentes rusas, Krieger fue, de hecho, detenido por las fuerzas de seguridad rusas en noviembre de 2023 y entregado a las autoridades bielorrusas.
Supuestamente, Krieger participó en actos de sabotaje en la frontera ruso-bielorrusa, en particular la voladura de un tren cisterna en la región rusa de Briansk, informó el portal Belarus in Focus.
En su momento, a petición de Putin, Minsk canjeó a varios saboteadores ucranianos por el jefe de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana leal al Patriarcado de Moscú, Ionafan.
Krieger, de 30 años y que trabajó para la Cruz Roja de Alemania, fue apresado por combatir en Ucrania como parte de una agrupación de voluntarios -Regimiento Kastus Kalinouski- considerada extremista en Bielorrusia, principal aliado de la campaña militar rusa en el país vecino.
La pena de ejecución por fusilamiento fue dictada a finales de junio pasado, aunque el Ministerio de Exteriores bielorruso reconoció la pasada semana que mantiene contactos con sus contrapartes germanos.
Según la radio pública alemana Deutschlandfunk, fuentes del propio ministerio que dirige Annalena Baerbock aseguraron que la diplomacia alemana «se esfuerza por que no se aplique en Bielorrusia una condena a muerte contra un ciudadano alemán».
Bielorrusia, estado dirigido desde hace treinta años por el autoritario Lukashenko es el único país europeo en el que aún se aplica la pena de muerte.
A principios de año el líder ruso sugirió un posible canje del periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich por Krásikov, que asesinó en agosto de 2019 en Berlín al georgiano Zelimjan Jangoshvili, miembro de la guerrilla chechena.
Además, los colaboradores del fallecido opositor ruso, Alexéi Navalni, acusaron en su momento a Putin de torpedear el canje de su líder por Krásikov poco antes de su muerte en una prisión ártica. EFE
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