La vida son sueños y los sueños, sueños son. Y Paula Soria estaba cumpliendo su sueño de debutar en unos Juegos Olímpicos con un referente como Liliana Fernández a su lado. Con todo lo que habían pasado para conseguir estar allí, que hasta el último momento en el Elite16 de Ostrava (República Checa), y gracias al tercer puesto en el Challenger de Stare Jablonki (Polonia), pudieron terminar una remontada en el ranking que se podría calificar de histórica. Con todas esas ganas, no era momento de pasar inadvertidas contra Victoria Gottardi y Marta Menegatti. Unas rivales a las que nunca habían ganado juntas, ni en el Challenge de Edmonton en 2023 ni en el Elite16 de Tepic en 2024. Iba a ser un encuentro complicado.
Un arranque que vale oro
Empezar con buen pie en unos Juegos Olímpicos es una bendición y más se lo haces con una Liliana Fernández enchufada en el encuentro. Un bloqueo de la de Benidorm iba a abrir la veda en un partido que empezaba redondo para ellas y que con un golpeo de Lili metía ya el 3-1 en el marcador. Una difrencia que iba a seguir creciendo pese a que consiguieron las italianas una racha positiva de tres puntos que iba a ser contrarrestada con otra racha completamente idéntica que con una defensa increíble de Paula Soria y su posterior ataque dejaban contra las cuerdas a Gottardi/Menegatti que pedían el primer tiempo muerto en el 7-4.
La presión era menos fuerte para Paula Soria que las ganas de debutar en unos Juegos Olímpicos. Y eso se notó. Volvió a la arena en el Campo de Marte donde se encuentra la pista de vóley playa a los pies de la Torre Eiffel. Una lucha donde la de Ontinyent estuvo sobresaliente en defensa y marcó la diferencia hasta la llegada del tiempo técnico reglamentario. Aunque ese descanso dio alas a Marta Menegatti que empezó a encontrar los huecos hasta dejar el marcador en una igualdad máxima hasta el trece iguales. Aunque eso no impidió que las españolas aguantaran la presión y metieran un bloqueo de Lili que les devolvía la diferencia de dos y la confianza con el 17-15. Una diferencia que parecía no recortarse hasta que se apretó el partido en el último momento. Aunque a la cuarta fue la vencida para cerrar el set 24-22.
La reacción de Italia y la respuesta en el tie-break
El primer set había hecho herida. Las italianas estaban dolidas y querían forzar el tie-break cuanto antes mejor. Y eso pasaba por un arranque como el que hicieron poniendo un 0-4 en el marcador, con una Marta Menegatti tirando del carro y obligando a la pareja española a parar el partido. Una pausa que parecía que habían aprovechado cuando el marcador estuvo en 3-6, pero fue tan solo un espejismo. Pronto se iba a unir Victoria Gottardi al ritmo que le marcaba su compañera, la más veterana del equipo, e iban a hacer el segundo set en un suspiro. Volaron hasta dejar el marcador en un parcial duro como fue el 9-21. Un segundo set que deberían olvidar pronto porque todavía les quedaba el set de desenlace.
El inicio fue impecable. Paula Soria cogiendo todos los balones en defensa y encima con una Liliana Fernández que estaba inmesurable en el bloqueo. Un juego que la calidad de Victoria Gottardi y la experiencia de Marta Menegatti supieron frenar a la perfección pese a ese resultado del 3-6 que ponía en apuros a las italianas. La clave estaba clara: buscar a Victoria Gottardi. Estaba más nerviosa, aunque resolutiva. Era lanzar una moneda al aire y ver de qué lado caía. Eso unido a la experiencia de Liliana Fernández que se echaba el equipo a las espaldas y una Paula Soria que no se arrugaba en los momentos decisivos llegaron a poner una diferencia de tres en el marcador. Y terminó pasando en un tie-break que acabó 14-16.
