Los Juegos Olímpicos son para las estrellas. Y cuando entra en juego el mejor (o uno de los mejores) jugador del mundo todo cambia. Nikola Jokic, tres veces MVP de la NBA y también el más destacado de las Finales de 2022, dibujó una brillante exhibición (21 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias) que tumbó a Australia tras una prórroga (95-90) y mete a Serbia en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024.
El ‘Joker’ brilló en lo numérico, pero más todavía en el momento importante, en lo que terminaba de ganar el partido. Venía loco, después de una remontada serbia tras el fulgurante inicio de Patty Mills (26). Se fue a la prórroga tras una genialidad del base australiano, y allí reinó Jokic. Un gancho y un reverso dieron el pase a las semifinales olímpicas.
Un inicio loco
La primera parte tuvo a un dominador estelar, Patty Mills. El base NBA se marchó a los 20 puntos y colocó contra las cuerdas a Serbia. Hizo 14 seguidos y 16 en un tramo de 18 (17-39, 13′), sacando los colores a la defensa planteada por Svetislav Pesic. Y aunque a su lado estaba un brillante Josh Giddey, Serbia no entregó la cuchara.
Jokic (11+4 al descanso) fue soltándose y con la lucha de Marko Guduric dejó un marcador no demasiado desalentador en el intermedio (42-54). Cosa que provocó un cambio de ritmo tras el paso por vestuarios. Dobric, en dos ocasiones, y Bogdanovic golpearon desde fuera, y Australia sufrió un apagón severo (59-60, 25′).
A tanto llegó que Serbia lideró el marcador tras 21 minutos por debajo (del 7-6 del 6′ al 61-60 del 27′) tras una suspensión de Bogdanovic. Propició un final totalmente igualado, un esprint a siete minutos y medio tras recortar Exum y Landale (73-72, 33′).
Mills brilla en el final
Esa batalla de igual a igual fue la tónica hasta el final. Si Vasilije Micic, desaparecido todo el partido, emergía con decisión para generar el juego serbio. Australia encontraba respuestas con McVeigh y Giddey desde fuera (80-78, 37′) para reducir cualquier intento de marcha balcánica.
Provocó un final de último minuto. Bogdanovic no fue capaz de acelerar y topó con el aro, pero Mills, buscando cerrar su partidazo, tampoco contestó con el 81-80 para Serbia. Salió beneficiado de cambio de asignación, topó con Jokic, pero no pudo acertar al dejar la bomba.
Serbia se ganó otra opción. Quiso construir Jokic, se quedó sin tiempo y dibujó un pase a Micic. El base de Charlotte, inteligente, topó con Landale que le enviaba a la línea de personal. Solo metió el segundo, con lo que Australia se podría salvar anotando en los últimos 9,8 segundos de partido.
Recayó en Mills, otra vez. Había fallado una poco antes, pero el base asumió la responsabilidad. Jokic salió en su ajuste defensivo, llegó a rozar el robar el balón y entre el desequilibrio y una suspensión, el ‘5’ sacó su magia para empatar el partido y enviar el billete a semifinales a cinco minutos de prórroga (82-82).
La prórroga
Por si fuese poco, el tiempo extra no cambió el guion. Se ganaría ajustado. Australia, motivada por la brutalidad de Mills, apareció renovada y los triples de McVeigh y Giddey la relanzaron. Pero Serbia se agarró a Petrusev, Bogdanovic y Jokic para llegar al mando al minuto final (91-90, 44′).
Y con el partido en el alero, fue el MVP de la NBA el que cambió la historia. McVeigh falló, y Jokic, emparejado con Reath, sacó sus fundamentos. Le llevó a bailar, armó el reverso y lo convirtió para que Serbia entrase en ventaja a las últimas dos posesiones de partido. Golpeó para poner en cabeza y para asentar el liderato.
Eso noqueó a Australia. Tras tiempo muerto Giddey quiso sacar en corto a Mills, y Petrusev apareció más ágil para meter la mano y robar. Avramovic salió disparado y desde la personal abrochó el sufrido billete serbio a las semifinales olímpicas. El Jóker había decidido (95-90).
