El cine bélico ha sido toda una constante a la lo largo de la historia del cine, ya que nunca está de más recordar tanto tras las atrocidades como las heroicidades que puede llegar a hacer la humanidad. Además, cada cierto tiempo se estrena algún título que funciona muy bien en taquilla, normalmente porque ha contado con un fuerte respaldo de la crítica. Hoy toca recordar la que por mi parte creo que se trata de la mejor película de guerra de lo que llevamos de siglo XXI: ‘1917’.
Estrenada poco antes de que la pandemia de coronavirus cambiase para siempre la forma en la que muchos consumen cine, ‘1917’ fue el primer largometraje de Sam Mendes tras su paso por la saga James Bond con la excelente ‘Skyfall’ y la ligeramente decepcionante ‘Spectre’. En ella, el cineasta se traslada hasta la I Guerra Mundial para contar cómo dos soldados británicos intentan cumplir una misión aparentemente imposible.
Extraordinaria
Lo cierto es que en lo puramente argumental, ‘1917’ es una película extremadamente sencilla y que podría haber sido una mera excusa para el increíble despliegue formal que realiza Mendes a través del inmersivo uso del plano secuencia. Sin embargo, el director de ‘American Beauty’ nunca se olvida de la necesidad de dar a la película de un fuerte apoyo en lo emocional para que además de deslumbrar al espectador también sea posible que se sumerja de lleno en lo que sucede en el tema sentimental.
Es verdad que ‘1917’ se toma alguna pequeña licencia que algunos usarán para decir que no se creen lo que cuenta, pero toda película requiere de cierta suspensión de la incredulidad y aquí la carrera contrarreloj que propone rebosa tensión y está aliñado con algunos ingredientes excepcionales, desde la banda sonora de Thomas Newman hasta, especialmente, el extraordinario trabajo en la fotografía de Roger Deakins.
Además, ‘1917’ también tiene un ritmo casi perfecto gracias a Mendes, evitando caer en aceleraciones innecesarias y jugando muy bien con la búsqueda del realismo sin por ello dejar de lado un gran sentido del espectáculo cuando sus dos protagonistas se sumergen de lleno en el frente de batalla. Ahí también se acierta con la elección de dos intérpretes menos conocidos para encabezar el reparto, incidiendo primero en el contraste entre sus personalidades para luego ir acercándolos en lo emocional a medida que todo avanza.
Todo ello ayuda a que ‘1917’ sea, por encima de todo, una experiencia inmersiva. Y ahí resulta particularmente esencial lo que mencionaba antes de la suspensión de la incredulidad, ya que como haya algo que se saque de esa misión imposible de los dos soldados es poco probable que vuelvas a entrar. Quizá reconozcas sus méritos técnicos -aunque ya se entraría entonces en debates estériles sobre, por ejemplo, si era necesario ese uso trucado del plano secuencia-, pero nunca será lo mismo que para el resto.
Por suerte, a ‘1917’ le fue genial en taquilla, ya que amasó 390 millones de dólares durante su paso por salas cuando su presupuesto había rondado los 100. Es verdad que a ‘Dunkerque’ le había ido mejor apenas un par de años antes -la película de Christopher Nolan se fue hasta una recaudación de 530 millones frente a un coste similar-, pero por mi parte creo que la cinta de Mendes es superior -aunque tampoco por mucho- en lo artístico. De hecho, la única que me ha hecho dudar sobre si es o no la mejor de lo que llevamos de siglo es ‘El hijo de Saúl’.
Tampoco hay que olvidarse de que ‘1917’ se llevó 3 ‘Óscar para casa, pero la verdad es que quedó cierta sensación de derrota, ya que acabó siendo eclipsada por ese enorme fenómeno que fue ‘Parásitos’. Por mi parte confieso que me quedo con la película de Mendes por encima de la de Bong Joon-ho.
‘1917’ se emite esta noche en La 1 a partir de las 22:35. Una oportunidad ideal para disfrutar de ella, pero si por lo que sea os pilla mal verla en televisión a esa hora, tenéis varias opciones para disfrutar de ella en streaming, ya que está disponible en los catálogos de Netflix y de Amazon Prime Video.
