Luis Enrique convirtió a Azzedine Ounahi (Casablanca, 2000)en uno de los grandes nombres propios del Mundial 2022.
«Me ha sorprendido gratamente el número 8, no recuerdo cuál es el nombre, lo siento. ¡¡¡Madre mía!!! ¿De dónde ha salido ese muchacho? Juega muy bien. Achraf y Ziyech son evidentes, a En-Nesyri lo conocemos bien, a Amrabat también lo conocemos… pero este chico no ha parado de correr. Lo hemos hablado en el ‘staff’. Espectacular», aseguró el exseleccionador de España después de caer contra Marruecos, por penaltis, en octavos de final.
Tan bien lo hizo que llegó a sonar para el Barcelona, pero, finalmente, el exmediocampista del Angers se marchó traspasado al Olympique de Marsella en el mercado invernal a cambio de 8 millones de euros.
Del Vélodrome, sin embargo, ha salido por la puerta de atrás apenas año y medio después. Sus registros -tres goles y una asistencia en 44 partidos- han resultado insuficientes a ojos de Roberto de Zerbi, que, nada más desembarcar en Marsella este verano, le comunicó que no entraba en sus planes y le invitó a buscarse equipo, al igual que sucedió con Jordan Veretout, Samuel Gigot, Chancel Mbemba y Pau López.
Sonó para Betis, Sevilla y Las Palmas, parecía que pondría rumbo a Qatar… pero, a última hora, con el mercado ya cerrado en la Ligue 1, recaló cedido en Panathinaikos, que se reserva una opción de compra valorada en 11,5 millones de euros por el internacional marroquí.
«El mercado fue realmente complicado para mí. Pasé por momentos difíciles, pero esta situación me ha hecho crecer. No quiero cometer los mismos errores que antes», asegura Ounahi, que dejó un palo al ‘OM’ en su ‘hasta luego’: «Soy un jugador que trabaja con el corazón. Debo sentirme querido».
Soy un jugador que trabaja con el corazón. Debo sentirme querido
El ‘8’ de Marruecos aprovechó, también, para hacer autocrítica: «La temporada pasada fue complicada para mí: tuve una lesión y algunos problemas personales fuera del fútbol que me afectaron. No trabajé lo suficiente y lo acepto. Ahora tengo una nueva mentalidad y necesitaba un club que me ayudara a centrarme de nuevo en el fútbol».
