miércoles, septiembre 18, 2024
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El sueño americano de Álex Palou: «No lo cambio por nada»

Álex Palou (Sant Antoni de Vilamajor, Barcelona 1997) selló ayer el título de la IndyCar con más de 30 puntos de ventaja sobre Colton Herta y Scott McLaughlin. Es su tercera corona en los últimos cuatro años, desde que decidiera ‘cruzar el charco’ para iniciar su aventura en Estados Unidos. Toda una gesta que en España quizá no se valora en su justa medida.

Aunque pueda parecer un tópico, el camino al éxito ha sido tortuoso. Álex nació en el seno de una familia humilde y sin ninguna vinculación con el motor. Eso sí, su padre, Ramón, no se perdía una carrera de Fórmula 1 en televisión. Era fan de Michael Schumacher. Cada día, camino de la escuela, en las faldas del Montseny, el pequeño Álex pasaba por delante del karting de Cardedeu y pedía que le llevasen allí. Tenía 4 años y no llegaba a los pedales, pero la familia ahorró para regalarle un kart de segunda mano por su quinto aniversario.

Con seis años ganó su primer campeonato social en el desaparecido Karting de Lliçà de Vall. Su padre aprendió nociones de mecánica sobre la marcha y un par de años después ya sabía montar y desmontar un kart de todas las formas posibles. Comenzaron en el campeonato catalán con su propia y modesta estructura y pudieron seguir adelante ya gracias a la financiación, primero en Benikarts y más tarde con Genís Marcó, el mismo que en su día encarriló la carrera de Alonso.

Tras ganar el campeonato de España de KF3, Palou logró fichar por el CRG de Giancarlo Tinini y empezó a despuntar a nivel internacional. Entre sus compañeros de equipo se encontraba Max Verstappen. «Una bestia en la pista y un chaval muy majo y buena persona fuera de ella», recuerda.

Los Palou consiguieron una beca para que Álex pudiese compaginar estudios y preparación física en el CAR de Sant Cugat. Dejó su casa y a su familia con solo 13 años persiguiendo un sueño que cada vez se complicaba más por el esfuerzo económico que implicaba y la permanente búsqueda de patrocinadores. Quedó segundo en el Europeo 2012. El campeón fue George Russell.

Adrian Campos, clave

Entonces apareció Adrián Campos y le propuso a Àlex dar el salto a monoplazas. El manager de Alzira le acogió como a un hijo, le alojó en su casa y guió sus pasos en la F3 española y las GP3 Series. Un camino de ‘espinas’ en el que Palou alternó grandes victorias y profundas decepciones.

La temporada 2016 fue un desastre y después de aquello parecía que no había futuro. Pero surgió la oportunidad de emigrar a Japón y Àlex no se lo pensó. Con 19 años, se adaptó a las costumbres y al país en tiempo récord y empezó a destacar en la F3 nipona con Threebond Drago Corse. Campos aún le llamó para algunas carreras de World Series, pero sus caminos se acabaron separando. Palou consiguió una plaza en el prestigioso Super Fórmula, la élite de monoplazas en Japón, en 2019. Aquello le abrió las puertas de la IndyCar al año siguiente, en el discreto Dale Coyne Racing. A pesar de ser ‘rookie’ y de no tener un coche ganador, Palou consiguió eclipsar a Alonso y situarse séptimo en la parrilla de las 500 Millas de Indianápolis 2020. La aventura acabó con un accidente en carrera , pero le sirvió para captar la atención de los equipos más poderosos de la Indy.

La última vez que Álex y Adrián se vieron, en diciembre de 2020, un mes antes de su muerte, Campos se emocionó cuando su joven ‘perla’ le contó que había fichado por Chip Ganassi, el equipo campeón de EE.UU. “Si soy piloto de IndyCar es porque Adrián vio algo en mí. Apostó por mí cuando nadie más lo hizo. Me dio la oportunidad de correr en monoplazas, algo que yo ni siquiera me había planteado porque no tenía el presupuesto para abrirme camino en un mundo tan caro”, dijo Palou al enterarse del súbito fallecimiento de su mentor. Sea como sea, Campos fue clave en la historia de Álex.

Números de récord

Palou el decimotercer piloto de la IndyCar en ganar al menos tres títulos; el séptimo en lograr tres en cuatro años; el segundo tricampeón más joven a los 27 años, 5 meses y 14 días (solo le supera Sam Hornish Jr.). Si el año pasado rompió una tendencia de casi dos décadas al ganar el campeonato antes de la última carrera, esta vez ha conseguido repetir título durante dos años consecutivos (no se lograba desde que lo hiciera Dario Franchitti en 2009-2010). Precisamente Álex tiene a tiro otro récord del piloto escocés, que encadenando cuatro títulos en cinco años.

«»Cada temporada tengo más hambre. Cada vez que ganas, tienes esa sensación de felicidad que te empuja a seguir luchando y a volver a estar ahí arriba, tanto en una carrera como en un campeonato. Quiero volver a estar aquí el próximo año y quiero volver a estar en esta rueda de prensa con otro anillo», promete el piloto catalán.

Agradecido, Palou no se olvida de su equipo, Chip Ganassi Racing: “Tengo que dar las gracias a todos los que trabajaron en el coche. Estoy muy orgulloso. Ha sido un año increíble y estoy feliz de que volvamos con el título a casa”, dice. Atrás queda la mala experiencia de hace dos años, cuando llegó a enfrentarse con el propietario del equipo estadounidense en los tribunales por un conflicto de intereses, tentado por la F1 y el proyecto de McLaren, que también acabó frustrándose y llevó a más litigios.

Un año inolvidable

Su rival por el título en 2024, el australiano Will Power (Penske) quedó fuera de combate a las primeras de cambio en Nashville por un problema en el cinturón de seguridad de su coche. “Iba por la recta principal y sentí un tirón en el cinturón. Es algo muy anormal. No sé qué salió mal, fue un fallo muy extraño, nunca me había pasado y es decepcionante, pero quiero mandar mis felicitaciones a Álex, es un tipo difícil de vencer. Ganassi hizo un gran trabajo y ha sido divertido competir contra ellos esta temporada”, dijo Power en reconocimiento al campeón.

Palou destaca la tremenda competitividad que existe en la IndyCar. “Este fin de semana era un cara a cara con Power, pero también hablamos de Herta, McLaughlin, O’Ward… Son todos. Esa es la belleza de este campeonato, no puedes descartar a nadie”, asegura Álex, que hace unos meses, en una entrevista con SPORT, daba por cerrado definitivamente el capítulo de la Fórmula 1.

El éxito logrado este año es distinto a los anteriores, en 2021 y 2023. Y es que Alex Palou ha tenido que compaginar, viajes, más carreras óvalos y cambios de reglamento en la Indycar con la paternidad. En diciembre nació su primera hija, Lucía, que viaja con él a todos los circuitos y le ha dado una nueva motivación. «Dicen que ganar es lo mejor que hay en la vida, y estoy de acuerdo. También dicen que ser padre es lo mejor que hay en la vida, y estoy doblemente de acuerdo. Cuando haces las dos cosas en un mismo año es muy especial. Ha sido un año increíble de aprendizaje, quizá durmiendo un poco menos y sin poder estar tanto en el simulador como estaba antes, pero ha sido fantástico y no cambiaría nada de lo que estoy viviendo ahora», ha añadido.

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