Tras disfrutar de unos meses de descanso, con unas vacaciones en familia tras finalizar su etapa como entrenador del Barça de basket, Roger Grimau vuelve a escena para hablar de su experiencia al frente del equipo azulgrana.
Después de un curso cargado de dificultades, con meses de buen baloncesto, pero sin títulos, y tras las dolorosas despedidas tanto de la Euroliga como de la Liga Endesa, el entrenador catalán atiende a SPORT para hacer balance, en una entrevista que se publicará de manera íntegra este próximo martes 17 de septiembre.
Fuiste claro con aquella posibilidad de salir del Palau Blaugrana para ir a jugar partidos al Sant Jordi o a otra instalación. ¿Qué balance haces de tu relación con la afición?
No sé si fue bueno o malo contestar así, pero es lo que yo sentía. Yo siento el Palau. Para mí es el santuario y el día que toque tirarlo… Yo me quedaría todo el año ahí, o toda la vida, porque lo he vivido desde pequeño, y aun sabiendo que es necesario, pues hostia, emocionalmente es el Palau. Y con la gente yo bien, no sé si la gente conmigo no, entiendo que habrá habido de todo. Lo he intentado, me he dejado literalmente parte de mi vida en ello, y luego sé que esto no es suficiente. No por ser culé, catalán y del Barça estás ahí, si creen que hay que cambiar, se cambia tal y como se ha visto. He intentado transmitir todo lo que siente por este club.
Roger Grimau, en el plató de SPORT / Javi Ferrándiz
Al Madrid solo se le logró ganar en dos ocasiones, con un balance de 7-2. ¿Fue real esa diferencia?
Los tres primeros nos caen muy pronto. No estábamos hechos, jugadores nuevos, entrenador nuevo, sin hacer una pretemporada juntos. No creo que la diferencia fuera tan grande. Pienso que para ganar al Madrid, tanto en la ACB como en la Copa o en general, hubiéramos necesitado que todo fuera perfecto todo el año, sin ningún tipo de problema. Vienen haciéndolo bien años atrás, el Barça ganó la final ACB de 2023 por 3-0, pero es que un año antes, el Madrid la gana 3-1. Ha habido muchos resultados que se me han castigado más porque era mi primer año.
Roger, ahora con el paso del tiempo, en esa autocrítica que hace una persona tan exigente como tú. ¿Qué le faltó al equipo, cuáles fueron las principales debilidades que hicieron acabar la temporada sin títulos?
No sé exactamente, pero puede haber un año en el que esté el equipo bien y no ganes títulos porque tienes rivales mejores y te ganan. Como he dicho antes, creo que es una cuestión de que todo hubiera ido por unas vías del tren y de ahí no salir. A nivel de gestión, quizá hubieran tenido que ser diferentes ciertas cosas, pero por lo demás creo que el equipo estaba bien. Es evidente que después de lo de Olympiacos se pegó un bajón muy evidente. Pero opino que se han hecho casi más cosas bien que mal.
Roger Grimau, en la redacción de SPORT / Javi Ferrándiz
Tras tu destitución, ¿ha habido jugadores que te han contactado para despedirse?
Hay tres grupos. Hay el grupo del que estaba absolutamente convencido que me iban a contactar, grupos en los que evidentemente no lo iban a hacer, sobra decir nombres, y un grupito pequeño que yo dudaba si sí o si no. Y ha sido tal cual yo pensaba.
Tres entrenadores en tres años. ¿Crees que para tener un proyecto exitoso, se necesita más paciencia y más estabilidad?
Lo lógico sería que cuanto más tiempo esté el equipo junto, entrenadores, jugadores y todo, pues supongo que mejor. Cuando ves que no vas por el camino que deseas, hay que ir haciendo cambios hasta que encuentren a los que creen que pueden llevar a ganar.
