Entre otras razones, Kate Middleton, reputada princesa de Gales, es conocida por su afición por la fotografía. La esposa del heredero de la corona británica ha mostrado reiteradamente su interés por las instantáneas, lo que la ha llevado, incluso, a convertirse en la fotógrafa oficial de sus tres hijos: George, Charlotte y Louis.
Sin embargo, más que una simple afición, Middleton tiene una razón adicional por la cual ser ella quien se encargue de capturar los momentos más especiales de su familia: combatir a los paparazis. Y es que, de acuerdo con el Daily Mirror, esta figura de periodistas intrusivos han perdido mucho mercado precisamente porque Middleton publica sus propias fotos familiares, las cuales valen más que aquellas que toman los paparazis de manera imprevista e indeseada.
«¿Por qué algún periódico o revista querría publicar imágenes granuladas, tomadas con lentes de largo alcance, de la realeza en privado, cuando ellos mismos están dispuestos a ofrecer fotos nítidas al estilo Instagram?», se pregunta perspicazmente el diario, haciendo alusión a lo activa que es la duquesa en la mencionada red social.
En un contexto donde lo digital está al alcance de la mano, y cuya masificación ha alcanzado toda esfera imaginable, cabe pensar que no hay mejor manera para deshacerse de tan molestos individuos sino es a través de la eliminación de su condición intermediaria para llevar las fotos al público; una conducta que, efectivamente, los ha reducido prácticamente hasta el olvido.
