El Sporting de Gijón agravó este domingo con un empate (1-1) la angustiosa zozobra en la que se encuentra inmerso un decaído Tenerife, al que de poco ha servido la incorporación a su banquillo del veterano Pepe Mel.
La decidida apuesta ofensiva con la que saltó al césped el Sporting sorprendió a un equipo local que se veía incapaz de deshacerse del asedio al que le tenía sometido su rival. La primera ocasión de peligro fue del cuadro asturiano m.12), pero Salvi rechazó un peligrosísimo disparo de Queipo.
La superioridad del equipo visitante se fue incrementando ante un rival que, por más que lo intentaba, no encontraba el antídoto conveniente para desembarazarse del dominio del Sporting.
En un lance aislado los insulares lograron acercarse a las inmediaciones de la portería asturiana. Fue Luismi Cruz el que lo intentó con un disparo lejano (m.34), pero el balón no encontró la portería de Yáñez.
Cuando el encuentro encaraba ya su último tramo del primer periodo, la tenacidad visitante fructificó de la mejor manera posible, con un gol de Rober Pier (m.38), quien libre de marca próximo al punto de penalti aprovechó para marcar a placer tras un pase atrás de cabeza.
De esta manera concluyó una primera parte de claro color rojiblanco, para reanudarse el encuentro poco después con la misma tonalidad sobre el terreno de juego, un equipo visitante bien ensamblado y otro con bastantes síntomas de desajustes.
Hubo que esperar casi media hora para que ambos equipos dispararan a puerta, primero Maikel Mesa (m.72) a las manos de Yáñez y luego Nacho Martín (m.74) fuera, dirección que también tomó otro tiro de Campu (m.78).
Cuando la tarea de empatar resultaba casi imposible para los tinerfeños, llegó el tanto de Diarra al cabecear (m.84) un centro de Cantero, un tanto que permitió a los locales, colistas, sumar su segundo punto en lo que va de liga.
