2024 tampoco será el año en el que el Barça despierte de su particular maldición con la Supercopa Endesa. Joan Peñarroya y sus jugadores no lograron liquidar una sequía que se alarga desde 2015, y se quedaron fuera de la final por el título, que esta tarde disputarán Real Madrid y Unicaja en el Palacio de los Deportes de Murcia a partir de las 20h (CET).
La derrota en el primer clásico de la temporada, por 89-83, recordó a algún tropiezo vivido años atrás en la etapa de Sarunas Jasikevicius como técnico azulgrana. Tristeza y decepción en aquel momento, pero con la sensación de que el equipo tenía margen de crecimiento, y que optar a títulos durante la campaña era algo realista, tal y como acabó ocurriendo durante la etapa del lituano en el banquillo del conjunto catalán.
Este pasado sábado, el Barça se plantaba en unas semifinales de Supercopa Endesa habiendo afrontado la ‘enésima’ revolución en su proyecto. Una remodelación que por segundo curso consecutivo, afectaba a plantilla, pero también a cuerpo técnico, tras la sustitución de Roger Grimau por un Peñarroya que es consciente de la versatilidad y potencial que tiene esta plantilla para seguir creciendo a base de trabajo, pero también en entrenamientos y partidos, algo indispensable para que el grupo se conozca mejor.
No hay que olvidar que el Barça afrontó las ‘semis’ de la Supercopa justo cuando se cumplía un mes del inicio de la pretemporada, con una puesta a punto que empezó con todos los integrantes de la plantilla, pero con las cinco caras nuevas que han aterrizado en la capital catalana este verano.
El Barça no pudo doblegar al Real Madrid en las semifinales de la Supercopa Endesa / ACB Photo – Emilio Cobos
Una defensa más agresiva
Entonces, ¿Hay motivos para confiar en el crecimiento de este Barça?¿Se pueden visualizar brotes verdes de cara a la inminente temporada? La respuesta es afirmativa, empezando por una defensa que no pudo evitar que el Real Madrid bordease los 90 puntos, pero que fue más agresiva e intensa que el curso pasado. El dato de 18 tiros libres más lanzados por el conjunto blanco que el azulgrana es muestra de ello, si bien es cierto que la diferencia es excesiva, y que a Peñarroya no le hizo ninguna gracia ese tanteo final de visitas a la línea de personal: «Es muy pronto para cabrearme…».
En la posición de base, es cierto que el arranque de curso de Tomas Satoransky no está sirviendo para disipar las dudas que dejó su rendimiento el curso pasado, pero el base checo está más liberado en pista, y Peñarroya le ha pedido que no dude en mirar hacia canasta si hay una mínima posibilidad: ante el Real Madrid, tan solo Jabari Parker y Darío Brizuela tiraron más que ‘Sato’.
El ritmo de juego que todavía debe seguir optimizando el ’13’ azulgrana, es el que sí que ha demostrado Juan Núñez, con una frescura innegable con la que ya ha dotado al equipo. Cuenta con una visión de juego privilegiada, comete errores propios de los 20 años que atesora, y en algunos partidos de pretemporada se le ha visto con la bravura y decisión de entrar fuerte a canasta, otra de las virtudes que le puede explotar a su metro y 91 centímetros. En cuanto siga ganando solidez y confianza en su tiro, su progresión en el equipo será cada vez mayor.
Tomas Satoransky fue el tercer jugador azulgrana que más veces lanzó a canasta ante el Real Madrid / ACB Photo – Emilio Cobos
Laprovittola, con la «cabeza alta»
La veteranía le sienta bien a Nico Laprovittola, y su jerarquía sobre la plantilla, pero también su talento en pista siguen estando al servicio del equipo una campaña más. Tocará ir dosificando al mago de Morón para obtener su mejor rendimiento a lo largo del curso, pero ‘Lapro’ fue uno de los efectivos azulgranas que más satisfecho se mostró con lo exhibido en pista ante el eterno rival: «Me voy con la cabeza alta».
Uno de los jugadores con mayor margen de crecimiento del Barça es, sin ninguna duda, Kevin Punter. Al escolta neoyorquino se le caen los puntos de las manos, y en una actuación ‘discreta’ ante el Real Madrid, consiguió sumar nueve puntos. Da la sensación de que puede ser más productivo ejecutando ese papel de ‘killer’ que no tanto a la hora de amasar balón. Todavía se tiene que adaptar al esquema de Peñarroya, y el técnico egarense debe seguir dibujando acciones para que Punter se luzca. No hay dudas con el ‘0’ azulgrana.
Brizuela arranca enchufado
Darío Brizuela es uno de los valores al alza que deja esta Supercopa en clave Barça. Entró en convocatoria en lugar de Joel Parra, y la decisión no pudo salir mejor: 14 puntos, con cuatro triples, y dejando claro que es un jugador tremendamente útil para este equipo en escenarios tan exigentes como un clásico. El vasco responderá cada vez que entre a pista, y es un seguro contar con él en plantilla.
Justin Anderson, junto a Facundo Campazzo en el primer clásico de la temporada / ACB Photo – Raisa Pozo
A Justin Anderson le hubiese sentado mejor esta Supercopa si hubiese llegado unas semanas más tarde. Todavía está tratando de aportar ese sello personal suyo al equipo, pero las cosas requieren de tiempo, y en este mundo, de partidos. Interesante su aportación ofensiva, y ese camino por recorrer de un jugador al que no hay que pedir que renuncie a anotar, más allá de la entrega en defensa y la lucha por el rebote que garantiza.
Por su parte, Álex Abrines, el capitán, volvió a estar fino desde más allá del 6,75, y sigue siendo una garantía desde más allá del arco. Asentado ya como primer capitán azulgrana, el balear tiene esa misión de integrar a todo el vestuario para convertirlo en una familia, en un grupo con una alta química y con mentalidad ganadora.
A Parker no se olvida anotar
Por suerte para el Barça, la vide sigue igual con Jabari Parker. Las vacaciones le han sentado de maravilla, y en cuanto ha llegado el momento de ponerse el mono de trabajo, el de Chicago ha respondido. Máximo anotador azulgrana con 17 puntos, sigue fiándolo todo a un talento que no le abandona, además de hablar con los nuevos sobre los ajustes defensivos que toca hacer en pista. Su segundo año en el Palau es uno de los motivos de mayor esperanza de crecimiento de este equipo, y como ocurre con Punter, hay que priorizarle en ataque.
Jabari Parker volvió a ser una noche más el mejor jugador del Barça / ACB Photo – Emilio Cobos
Chimezie Metu estuvo discreto en anotación, con tan solo 1 tanto, pero las sensaciones con lo exhibido durante la pretemporada, así como los comentarios que llegan de su desempeño en los entrenamientos, hacen creer que el Barça ha dado con la tecla con su incorporación. Será importante, y su rol irá ganando peso a medida que vaya progresando con su ataque, cuyo repertorio es amplio.
Vesely sigue con su puesta a punto
Y en cuanto al juego interior, y sin minutos para Youssoupha Fall, Jan Vesely no estuvo excesivamente inspirado con su tiro marca de la casa, esa suspensión a media distancia que en clásicos anteriores fue letal. Toca esperar a que el checo encuentre su mejor versión, sin perder de vista que fue operado de apendicitis durante sus vacaciones, y que no ha trabajado al mismo ritmo que sus compañeros durante la pretemporada. No aprovechó la oportunidad un Willy Hernangómez que volvió a firmar una anotación discreta ante el Real Madrid (5 puntos), pero del que se espera, en su segundo año de azulgrana, varios pasos al frente en defensa.
En definitiva, el Barça se marcha de Murcia con la sensación de que esta temporada hay una plantilla con potencial para hacer grandes cosas, pero que hay mucho trabajo por delante. La disputa del próximo título no será hasta el mes de febrero, cuando se haya completado la primera parte del curso, y es momento ahora, durante los partidos que vienen por delante, para empezar a construir ese proyecto ilusionante que se vislumbra, pero que debe comenzar a ser una realidad en las siguientes semanas.
