Impresionante paliza de Norris, que no solo salió bien, por fin y en 25 vueltas ya le metía 20 segundos. Un segundo por vuelta más veloz en McLaren que el Red Bull. Estuvo inmenso el inglés, con algún que otro susto también, pero sigue recortando, y sigue sabiendo a poco el mordisco porque Max se agarra al Mundial como un campeón, y su equipo también. Cómo lo verán de justo el final del Mundial que metieron a Ricciardo para hacer la vuelta rápida y robarle un punto a Lando… Éticamente discutible de todas formas porque Lando corre contra cuatro y no sabe por dónde le pueden venir los tiros. ¿Un punto puede decidir un Mundial? No es poca cosa, que le digan a Alzamora y el punto que le dio Gelete Nieto en 1999, clave para su título en 125…
El coche es muy superior, así que como dijo el campeón en 1997, Jacques Villeneuve, en MARCA esta semana, «si no gana Lando Norris el título no será culpa suya, sino de McLaren». Dobló al otro Red Bull, que se dice pronto.
Pues dicho y hecho para Fernando Alonso, un ‘alien’ como él mismo dijo, en el planeta de los grandes coches. «Corro donde no me pertenece», avisaba, pero Singapur permite sostener las locuras que logra los sábados con calificaciones fantásticas como la que hizo en Marina Bay. Solo pudieron con él los dos Ferrari, que también estaban en otro planeta en la salida, demasiado atrás, y regresaron al suyo mediada la cita.
El poder del ‘undercut’ en su máxima expresión para un pilotazo como Carlos Sainz se ha visto claro en Singapur. Perfectamente ejecutado en la vuelta 14 y perfectamente completado por el 55 para recuperar la plaza que, por coche, merecía. Bien por la estrategia de Ferrari y ese Plan B que se anunciaba en la radio con un séptimo final para el español.
Qué piloto es Hulkenberg, con el motor Ferrari en el Haas, por delante de los dos Ferrari oficiales, algo que pocas veces se ve. Al alemán no se le ve tampoco todos los fines de semana, pero cuando brilla lo hace muy por encima de lo esperado. Buen fichaje para Audi en su temporada de adaptación a la categoría.
Colapinto de nuevo en zona de puntos, entrando y saliendo, a falta de 10 vueltas rodaba a un segundo de un Red Bull, el de Checo. En Singapur por primera vez y ante un maestro de los circuitos urbanos, resulta que Franco le echó arrestos. «Es muy bueno este chico», dijo Checo vueltas antes cuando no podía pasarle. Se está ganando el pan, desde luego.
