Daniel Ricciardo puede haber disputado su última carrera en Fórmula 1 este domingo en Singapur. El australiano ya sabe que Liam Lawson le sustituirá la próxima temporada en el monoplaza del Visa RB en 2025, pero si se confirman los rumores que lanzó días atrás Ralf Schumacher, el neozelandés podría subirse al coche ya en la próxima carrera del Mundial, dentro de tres semanas en Austin.
Las palabras y sobre todo las lágrimas de Ricciardo al final de la carrera en Marina Bay han sonado claramente a despedida. Y eso que en Marina Bay fue elegido ‘Piloto del Día’ después de finalizar marcando la vuelta rápida en carrera, que le ha quitado a Norris. Un punto valioso en clave de Mundial para Verstappen y Red Bull: «Si Max gana el título por un punto sería un bonito regalo de Navidad», ha bromeado el australiano.
Después, visiblemente emocionado, Ricciardo ha reconocido que está lejos del objetivo que se marcó al volver a la F1 con el equipo filial de Red Bull, aspirando incluso a hacerse con el asiento de Checo Pérez: «Siempre dije que no quería volver solo para estar en la parrilla. Quería pelear en la parte delantera y volver con Red Bull, pero no ha sido posible. No fructificó. Di lo mejor de mí, así que digamos que quizá el final del cuento de hadas no sucedió», ha resumido.
«Tengo que echar la vista atrás de estos 13 años. Estoy muy orgulloso. Hay tantas cosas… he tenido muchos altos y bajos, también más oportunidades que algunos… es un torrente de emociones y cansancio», ha señalado el piloto australiano, que ha sido homenajeado por su equipo al final de la carrera en Singapur.
