Parecía imposible que un equipo tuviera más desgracias y, al mismo tiempo, las superara todos. Pues el Barça de Hansi Flick lo ha vuelto a conseguir. El equipo se presentó a La Cerámica con ocho bajas, una lesión para toda la temporada de Bernal, y Frenkie de Jong y Gavi aún con el freno de mano puesto. La precariedad era máxima, pero Flick haya inculcado a sus pupilos que no hay excusas. Que el escudo del Barça pesa más que cualquier cosa y solo así se explica la espectacular victoria por 1-5 ante un equipo que lucha por entrar en la Champions como es el Villarreal.
El partido era muy entretenido hasta llegar al borde del descanso cuando la diversión se convirtió en una enorme preocupación. Marc-André Ter Stegen cayó mal al blocar un balón por alto y sus gritos de dolor alertaron a compañeros y rivales que estaban a su lado. Al instante todos se dieron cuenta de que se trataba de una lesión grave.
El futbolista fue trasladado rápido al hospital y se diagnosticó la rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha. Un tendón del que ya había sido intervenido en dos ocasiones y la maldición en esta zona quedó plasmado de la peor manera posible.
Adiós a la temporada
Ter Stegen deberá ser intervenido y estará un mínimo de ocho meses de baja. Por tanto, el alemán se pierde lo que resta de temporada y podría incluso peligrar que empezara la próxima. Una desgracia más para un vestuario que ahora se queda sin su primer capitán.
Los jugadores se alarmaron pronto ante la lesión de Ter Stegen / Javi Ferrándiz
En este contexto, lo más sencillo era rendirse. El Barça de Flick podía bajar los brazos y habría sido incluso comprensible. Pero Raphinha se puso el brazalete y contagió su espíritu al resto de compañeros.
Todos se pusieron el mono de trabajo. Pablo Torre se sacó un golazo de su chistera y el equipo no se torció más. Pese a que al Villarreal le anularon su segundo gol, que podía devolverles al partido, las piernas no temblaron en absoluto.
Cacería a Lamine Yamal
Lewandowski falló un penalti en lo que apuntaba a un partido que podía ser una pesadilla. En este contexto, la furia de Raphinha empujó a todos los futbolistas azulgranas para ampliar la diferencia y acabar con grandeza.
Lamine Yamal recibió duras entradas en la recta final del encuentro / Javi Ferrándiz
El brasileño anotó un doblete para acabar con las dudas en el marcador y firmar la sexta victoria consecutiva en el inicio de Liga. Sumar 18 puntos de 18 puntos y sacarle cuatro de ventaja al Real Madrid con tantas dificultades es para frotarse los ojos.
Los rivales acaban desesperados, como se vio en Villarreal cuando se desató una cacería contra Lamine Yamal en el tiempo de descuento. La rabia propia de equipos que luchan contra un Barça que es imparable. Y el miércoles otra batalla en Montjuïc ante el Getafe.
