El plan de Ibon Navarro también incluía la Supercopa Endesa, y tras una apasionante final, Unicaja derrotó al Real Madrid por 80-90 para poner punto final a la tiranía blanca, y apuntarse el título por primera vez en su historia, culminando unos días de ensueño tras haber levantado la Intercontinental.
MAD
80
90
UNI
Alineaciones
| (19+26+18+17) Campazzo (19), Rathan-Mayes (2), Musa (8), Garuba (6) y Tavares (7) -quinteto inicial-, Abalde (3), González (-), Deck (13), Ibaka (3), Llull (12), Feliz (7) y N’Diaye (-) |
| (20+17+23+24) (32+17+19+17) Perry (16), Kalinoski (10), Taylor (22), Osetkowski (2) y Sima (14) -quinteto inicial-, Ejim (4), Barreiro (5), Díaz (2), Carter (2), Djedovic (5), Tillie (2) y Kravish (6) |
Con un pabellón algo más tibio que en la jornada de semifinales, ni el aficionado más optimista de Unicaja podía esperar el arranque de su equipo. Los tres primeros minutos del Real Madrid fueron de auténtica pesadilla, y un aro pasado de Kam Taylor, que anotó 11 puntos en el primer periodo, situó un 0-12 en el marcador que hizo encender todas las alarmas en el conjunto blanco, que no pudieron contar con Mario Hezonja, con fiebre.
Inicio de ensueño para Unicaja
No habían comparecido los hombres de un Chus Mateo que les abroncó en el primer tiempo muerto, esperando una reacción inmediata que no llegó. Taylor seguía elevando la renta en el electrónico (5-21), y fue en ese momento en el que el cuadro blanco encadenó varias acciones exitosas en ataque para ponerse a 10 (13-23).
Kam Taylor brilló en la primera parte de la final de la Supercopa / ACB Photo – Mariano Pozo
Un espejismo, ya que los malagueños siguieron inspirados, y lograron cerrar el primer acto con una ventaja que parecía un auténtico tesoro (19-32).
Llull, al rescate
El Real Madrid estaba tocado, y consciente de ello, Mateo ya había introducido a Sergio Llull en pista. El esfuerzo del balear no fue suficiente, y el equipo blanco seguía sin calibrar la defensa (24-40). Pero en ese momento, algo cambió. Los madridistas se metieron en partido, con un parcial favorable de 12-4 que sirvió para disminuir la desventaja por debajo de los 12 puntos (36-44).
Sergio Llull trato de revivir al Madrid tras el primer cuarto / ACB Photo – Mariano Pozo
Reacción blanca
Unicaja descarriló, castigado también por las personales señaladas, que colmaron la paciencia de un Ibon Navarro que se llevó una técnica por protestar, y que sufrió el resurgir de Dzanan Musa, uno de los señalados en el primer cuarto, y que con un triple, colocó a su equipo a tan solo un punto. Taylor, que se marchó al descanso con 16 tantos, anotó sobre la bocina para situar el 45-49 favorable a Unicaja tras la primera mitad.
Al conjunto malagueño le sentó bien el paso por vestuarios, y si bien es cierto que no repitieron el arranque de final, siguieron llevando la batuta. Parcial de 2-9 favorable para los de Ibon Navarro, culminado por un alley-oop espectacular de Yankuba Sima, que obligó de nuevo, a Chus Mateo, a parar el partido (47-58).
Yankuba Sima firmó una de las mejores jugadas de la final / ACB Photo – Emilio Cobos
Perry se destapa
Unicaja seguía castigando al Real Madrid, con un inspirado Kendrick Perry que continuó la gran faena hecha por Taylor en el primer cuarto. Un triple suyo sirvió para situar el 55-68, pero los de Chus Mateo no querían despegarse de la final, y un parcial de 8-0 anticipó que el título se iba a resolver en el último asalto (63-68).
Cualquier error se iba a pagar caro, y el campeón de la Intercontinental se acercó de nuevo al +10, tras una acción de David Kravish. Mateo colocó a Usman Garuba al ‘5’, y cuatro puntos suyos obligaron a Navarro a detener de nuevo la final (68-72).
Se siguió acercando el Madrid, pero Unicaja tomó aire, y de qué manera, con dos triples consecutivos de Kalinoski y Taylor (73-80) a falta de tres minutos para terminar el duelo. Los blancos ya no volvieron, Sima sentenció la final, y puso fin a la hegemonía de los madridistas con la competición.
