El Tribunal Supremo ha impuesto una condena de prisión permanente revisable a Jorge Ignacio Palma por el asesinato de tres mujeres en Valencia, entre 2018 y 2019. En primera instancia, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no había aceptado este castigo porque el Código Penal no permite aplicar este tipo de sentencias a menos que el acusado ya contara con otras dos sentencias por asesinato.
Ahora, sin embargo, se ha desestimado esos condicionantes y ha impuesto la pena máxima aplicable al considerar a Palma un «asesino en serie«, una consideración que permite endurecer las sentencias. Además, el tribunal ha elevado la indemnización que debe pagar a la familia de Marta Calvo, la última de sus víctimas, hasta los 140.000 euros por el hecho de no revelar el paradero del cuerpo, cifra que llega a los 600.000 euros que tiene que abonar a todas las familias afectadas.
En su lugar, el condenado explicó a la policía que había repartido los restos por diversas localidades cercanas al lugar de los hechos. Además de Calvo, el asesino mató a Arliene Ramos y a Lady Marcela Vargas, mujeres que se prostituían con una capacidad económica baja.
El acusado mató a sus víctimas exponiéndolas a una sobredosis de cocaína de alta pureza que tomaban sin su consentimiento, a veces incluso por los genitales. Esta era una práctica habitual en Palma, que ya había concertado citas previas con otras mujeres para acudir a «fiestas blancas» donde las mujeres debían consumir droga con él. Se conoce que el asesino ya tenía antecedentes penales antes de los últimos actos, entre las cuales se encuentran el tráfico de drogas.
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