Getafe y Leganés volvieron a enfrentarse en Primera División cuatro años después. Lo hicieron en un Coliseum con muy buen ambiente, donde se vivió un partido intenso, tanto en el césped como en la grada. Hubo cruce de pancartas entre las aficiones en el duelo entre dos equipos necesitados de puntos que terminó en empate. Jorge Sáez adelantó a los ‘pepineros’ en la segunda mitad y Borja Mayoral empató de penalti en el 83, quitándose la espina de meses de sequía anotadora.
Los ultras del Getafe: «Castigad al hijo tonto»
El encuentro estuvo precedido de intensos recibimientos de los clubes por parte de sus aficiones, quienes se esforzaron en demostrar que Getafe y Leganés tienen un fútbol con idiosincrasia propia, a pesar del poder que ejerce el duopolio del Real Madrid y Atlético. Ambas localidades, situadas al sur de Madrid, mantienen una rivalidad que se ha acrecentado en los últimos años, como se plasmó en la hostil bienvenida del Getafe a sus vecinos, con una pancarta que ponía: «Castigad al hijo tonto».
El mensaje se desplegó en la calle por la que el autobús del Leganés entró al Estadio Coliseum, que cambió su nombre el año pasado después de las declaraciones de Alfonso Pérez, que daba nombre al feudo, en relación al caso Rubiales. Se consideraron como «machistas» y llevaron al Ayuntamiento de Getafe, titular del campo del conjunto azulón, a ejecutar un cambio temporal de nomenclatura.
Junto a la polémica pancarta, una segunda, con la imagen de Bordalás echándole la bronca a un niño pequeño que lucía la camiseta del Leganés y llevaba un pepino, símbolo de la ciudad y el club vecino, en la mano. El técnico del Getafe, santo y seña de un club que atraviesa un momento delicado tras un deficiente mercado de verano, no estuvo en el derbi al estar sancionado con tres partidos por su expulsión después de protestar las decisiones de Pulido Santana.
Los ultras del Leganés: «Saludamos a la aldea del sur»
Ya en el campo, la afición del Getafe desplegó un ‘tifo’ -palabra italiana que sirve para definir a un conjunto de banderas y pancartas- con el lema «la capital del sur os saluda», en referencia a sus rivales. Lo que imaginaban los hinchas azulones es que los leganenses conocieran de antemano el mensaje. Los desplazados ‘pepineros’ sacaron una respuesta desde su sector. Un par de pancartas discretas, pero efectivas -es lo que permite LaLiga a los aficionados visitantes-, con la respuesta: «Leganés saluda a la aldea del sur».
Este diálogo causó revuelo en redes sociales, donde se habló de que alguien del sector local había filtrado el ‘tifo’ al visitante. Este tipo de creaciones se guarda con celo entre los colectivos ultras, que en el caso del Getafe aluden a un «chivato» como fuente de la revelación en el partido más especial de la temporada. Un duelo entre dos municipios separados por una distancia de apenas seis kilómetros y que se ha disputado en todas las categorías del fútbol español.
La intensidad se trasladó de la grada al campo, con un partido vivo y lleno de alternancias. David Soria, portero del Getafe, y su compañero Marko Dmitrovic, del Leganés, provocaron con sus intervenciones que el derbi del sur del Madrid se decidiese en los últimos minutos. Jorge Sáenz, autor del gol visitante, describió en conversación con la ‘Cadena SER’ cómo vivió el partido de máxima rivalidad. Lo hizo en una dirección contraria a la imperante, que busca erradicar todo tipo de discriminación en los campos de fútbol.
Jorge Sáenz: «Saco motivación cuando me desean lo peor»
«Individualmente, cuando juego al fútbol me olvido de las gradas. No presto atención ni para bien ni para mal. Somos humanos y hay momentos en los que por mucho que intentes centrarte lo oímos. Es precioso, lo bonito del fútbol son estas rivalidades y partidos así. Es una fortuna poder haberlo jugado», empezó diciendo el exjugador del Tenerife, Mirandés o Celta para después asegurar que la presión es gasolina para determinados jugadores.
Jorge Sáenz, jugador del Leganés, celebra su gol anotado frente al Getafe. / AFP
«A mí me encanta. Cuando la afición rival me insulta, te desea lo peor… Yo de eso saco mucha motivación. Entiendo obviamente que me insulten. Ellos miran por su equipo, a mí me gusta. Es la esencia del fútbol que cada uno luche por los intereses de su equipo», aseguró con unas declaraciones que van a contracorriente de lo establecido. El conductor del ‘Larguero’, Dani Garrido, sacó a colación en la conversación la pancarta del «hijo tonto».
Ante esta pregunta, Jorge Sáenz afirmó lo siguiente: «Está claro que no es el mensaje. A todos nos gustaría que no hubiese insultos, que no hubiera tantos casos de otro tipo de problemas, pero es inevitable. Cuando tocan las emociones, la gente muchas veces dice cosas que quizás después se arrepiente. Lo puedo entender. Tratamos de hacer eso bueno para uno mismo. En mi caso para que me dé motivación». Nadie se fue más satisfecho del derbi que el central, autor de un gol en el que aprovechó todo el alimento de las críticas de un derbi cargado de emoción.
