El puerto de Los Ángeles experimentó un importante crecimiento de carga en agosto de 2024, manejando un total de 960,597 TEUs, lo que representa un aumento del 16% en comparación con el mismo mes del año anterior. Estos datos fueron compartidos durante una conferencia de prensa por el director ejecutivo del puerto, Gene Seroka, quien destacó que este es el mes más activo fuera del contexto pandémico. Además, durante los primeros ocho meses de 2024, el puerto se mantuvo un 17% por encima del ritmo del año anterior.
El constante gasto de los consumidores estadounidenses y la reposición de inventarios impulsaron este crecimiento. Seroka explicó que una parte significativa de la carga que está llegando tiene como objetivo reponer inventarios más allá de la temporada alta de fin de año.
Por otra parte, las tensiones en otros puertos de la costa este de Estados Unidos, especialmente ante la posibilidad de una huelga, agregan una capa de complejidad a la situación del comercio exterior en el país norteamericano.
Aumento en los puertos del oeste y su implicancia en la cadena de suministro
El vecino puerto de Long Beach también experimentó un aumento considerable en su volumen de operaciones, registrando 913,873 TEUs, un crecimiento del 33,9% respecto al mismo período del año anterior. Las importaciones en Long Beach alcanzaron 456,868 TEUs, mientras que las exportaciones crecieron un 12%, lo que ha llevado a tres meses consecutivos de importaciones cargadas por encima de los 400,000 TEUs.
Las cifras de ambos puertos reflejan un panorama de crecimiento sostenido en la costa oeste, impulsado en gran parte por la prisa de los minoristas por mover mercancías antes de posibles aumentos de aranceles.
No obstante, la estabilidad y el crecimiento de la costa oeste contrastan con las tensiones que se viven en el otro extremo del país. Los puertos del este de Estados Unidos y del Golfo de México enfrentan una amenaza inminente de huelga debido al estancamiento en las negociaciones entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y el Sindicato Marítimo de los Estados Unidos (USMX), un conflicto que podría afectar a más de la mitad de las importaciones de carga en contenedores del país.
Puertos del este: posible huelga y el impacto global que podría tener
La disputa laboral en la costa este gira en torno a dos puntos clave: aumentos salariales y la automatización de los puertos. Mientras la USMX intenta avanzar hacia la implementación de nuevas tecnologías, la ILA se mantiene firme en su oposición, argumentando que la automatización podría reemplazar a los trabajadores humanos y reducir los empleos en la industria. Según Dennis Daggett, vicepresidente ejecutivo de la ILA, la lucha contra la automatización es una prioridad para su sindicato, y están dispuestos a llevarla hasta las últimas consecuencias.
El estancamiento en las negociaciones ha generado una creciente preocupación en la industria del transporte marítimo. En ese marco, la agencia de análisis Linerlytica informó que una huelga podría afectar significativamente la capacidad global de transporte de contenedores al paralizar aproximadamente el 1,7% de la flota mundial cada semana que dure el conflicto. Además, los 14 puertos bajo control de la ILA manejaron más de 28 millones de TEUs en 2023, por lo que cualquier interrupción en sus operaciones tendría repercusiones globales.
En tanto, la industria naviera evalúa alternativas ante la posible interrupción en la costa este. Los puertos canadienses de Halifax y Montreal podrían absorber parte del tráfico de carga, pero estos también enfrentan limitaciones, especialmente en cuanto a infraestructura ferroviaria. El sistema ferroviario del medio oeste de Estados Unidos, particularmente en Chicago, representa un cuello de botella que podría agravar los tiempos de tránsito y los costos de envío.
En resumen, mientras los puertos de la costa oeste experimentan un crecimiento sin precedentes, el futuro de los puertos del este pende de un hilo debido a las tensiones laborales. Además, una huelga en esta región no sólo afectaría al comercio de Estados Unidos, sino que tendría repercusiones globales en la cadena de suministro y en los costos del transporte marítimo. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si las negociaciones logran evitar esta situación o si la cadena de suministro mundial enfrentará uno de sus mayores desafíos en años recientes.
