Inés Morencia
Valladolid, 24 sep (EFE).- El joven Abdulai Juma Bah se ha convertido en noticia desde que la pasada jornada de liga debutó con el Real Valladolid en liga, tras saltar del Juvenil al primer equipo en un tiempo récord, y dejar atrás un pasado reciente en su país, Sierra Leona, ayudando en la panadería del negocio familiar.
A sus 18 años, ha demostrado que puede tener un brillante futuro porque en su primer partido en la máxima categoría del fútbol español realizó un destacado papel, supo templar los nervios, aunque esa intensidad física y, sobre todo, psicológica, le acabó pasando factura al sufrir un pequeño calambre antes de acabar el choque.
Sueño y pasión
Según ha confesado el propio jugador a EFE, a través de su agente en Sierra Leona, Chernor Musa Jalloh, el fútbol siempre ha sido «su pasión y su sueño», por lo que su debut con el Real Valladolid supuso «una sensación increíble y hermosa» que nunca antes había tenido.
Llegó a Valladolid de la mano de Pachu Martínez, jefe de ojeadores del club blanquivioleta, que confió en el otro agente de Juma, Patrick Mork, quien trabaja con Chernor Musa desde hace más de veinte años, cuando le dijo que el joven jugador de Sierra Leona podía interesarle, como sucedió en su día con el ghanés Salisu, actualmente en el Mónaco.
En opinión de Mork, «Juma es especial, un defensa central muy completo, grande, con un físico fantástico, bueno en los pases, rápido y con una buena mentalidad», lo que se ha podido comprobar ya en su primer encuentro con el conjunto dirigido por Paulo Pezzolano, quien no dudó en sacarlo de titular a pesar de haber estado tan solo unos días entrenando con el primer equipo.
Feliz y familiar
Juma está «encantado y feliz» en Valladolid, tal y como ha reconocido. Vive en la Residencia de Jóvenes Jugadores del club blanquivioleta, donde acude nada más terminar el entrenamiento para «rezar, relajarse y divertirse contándoles cosas del club, por teléfono, a su padre, Abdul Karim Bah, y a su madre, Umu Bah».
A ambos les ha dejado en Sierra Leona, junto a su hermana, y a otros dos «medio hermanos» mayores, además de a los amigos de su comunidad, y de los equipos en los que ha jugado, todos del país africano.
Está viviendo un sueño. El que comenzó en su comunidad, Congo Market Freetown, cuando con 10 años empezó a jugar al fútbol «con chicos más grandes y de más edad» en la calle Nicol Street, aunque también debía trabajar para echar una mano a su familia.
Panadero ocasional
A veces llevaba leña a la panadería de su padre y le ayudaba a hacer el pan y también colaboraba en casa con su madre haciendo albóndigas de carne y pescado para el negocio, porque no podían permitirse moler, así que «machacaba la carne y el pescado con utensilios de madera local, del mercado de su comunidad».
Pero cuando salía a jugar a la calle, ponía toda su pasión en el balón, lo que fue valorado primero por Chernor Musa Jalloh, quien le vio cuando jugaba un partido ante el AIK Freetong con su equipo, el Giant Freetown Academy, en una «calle polvorienta y rocosa».
Desde la calle
Reconoció y valoró en él «su tamaño, movimiento, control y pase», lo que le recordaba a Pogba, y le recomendó al AIK Freetong que lo fichara, al día siguiente -6 de abril de 2021- y de ahí pasó al Freetonian SLIFA, de la Premier League del país.
Mork agente de Global Soccer Management fue quien propició el primer contacto con el Real Valladolid, porque tenía claro que Juma «era una joya, con muchísimas cualidades» y parece que no se ha equivocado, habida cuenta de su progresión en tan escaso margen de tiempo.
Juma fue informado del interés del Real Valladolid por ficharle y ahí empezó su nueva vida. La suerte estaba de su lado, o el destino, porque tuvo problemas en la embajada para conseguir el visado pero un agente de seguridad, vallisoletano y aficionado del equipo de su ciudad, le ayudó a solventarlos.
Rudiger
Quiere disfrutar de esta experiencia, que le permitirá estar muy cerca del que es su «ídolo y símbolo», Antonio Rudiger (Real Madrid), y del equipo que sigue desde hace años, el Real Madrid, pero su objetivo es «ser empresario y filántropo», para desarrollar su comunidad «con el hospital» y «ayudar a la sociedad».
Su adaptación en el Real Valladolid está siendo rápida, y tiene claro que el equipo «luchará para competir y seguir en Primera», porque hay «un gran vestuario» que le ha acogido «muy bien» desde el primer día, «con un gran ambiente», que espera seguir viviendo.
Aunque no le gusta hablar, su «modestia, buen comportamiento, humildad y educación», en palabras de sus agentes, seguro que le sirven de trampolín en su carrera, que solo acaba de empezar, en un Real Valladolid al que ha llegado en calidad de cedido, con opción a compra. EFE
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