No solo hay que serlo, sino parecerlo. Al menos es lo que ha decidido el Real Madrid para llevarse lo mejor posible con las asociaciones vecinales que denunciaron los conciertos en el Bernabéu. La primera medida fue la cancelación de los conciertos hasta marzo de 2025… y la segunda, bajar el volumen de la megafonía durante los partidos del club blanco en su casa. O lo que es lo mismo, hacer el menor ruido posible mientras acometen las obras de insonorización del estadio para poder reabrirlo al mundo de los eventos más allá del fútbol.
Y es que ahora dichas asociaciones vecinales han puesto el foco en los partidos. «Alguno comentaba que han bajado la megafonía en los partidos, pero no lo parece. ¿Qué necesidad hay de hacer esto en cada gol? Lo mismo con los cambios. Son momentos puntuales, pero fuera de lo que marca la OPCAT», asegura la cuenta ‘Ruido Bernabéu’ en la red social ‘X’, que comparte también un vídeo de la celebración de un gol durante el Real Madrid-Espanyol.
Sólo el speaker pudo disfrutar de su trabajo
Una hora antes del partido y durante el calentamiento de los equipos, la música que suele servir para entretener al aficionado durante la previa también sufrió un bajón considerable. Lo más parecido a la música de ascensor, la escuchas pero muy de fondo. Molesta lo menos posible mientras llegas a la planta elegida, pero entretiene por el camino. Misma función cumple ahora la del Bernabéu, entretiene lo justo pero sin molestar (ese es el objetivo ahora mismo). Sin embargo, cuando el aficionado trata de entrar en calor con algunas de las canciones elegidas, la nueva ‘normativa blanca’ provoca nunca llegue a ‘romper’ como para motivarle en exceso. En ocasiones costaba incluso reconocer la canción. Peace, love… pero no música.
Así las cosas, cuando el speaker publicitario agarró el micrófono para lanzar un mensaje para luchar contra el bullying («Un equipo no deja a nadie solo»), de no ser porque en el videomarcador aparecía la letra del importante mensaje nadie lo hubiera entendido. Mismo caso ocurrió cuando le tocó el turno publicitario para la tienda del Bernabéu, un recordatorio habitual en el estadio que no se llegó a entender. Sólo cuando empezó el ‘rock and roll’, el speaker pudo disfrutar de su trabajo. Los onces de los dos equipos sí que fueron entonados con la misma energía y volumen de toda la vida. Ahí no existe posibilidad de rebajar el malestar de los vecinos, es parte de un partido que dura tan sólo 90 minutos. Una hora y media de fútbol. Con el himno blanco y la entrada de los jugadores al césped, la megafonía también recuperó su fuerza. Y con el gol de Lucas Vázquez, que tan sólo necesitó un minuto en anotar el 1-0, el speaker volvió a disfrutar de su bonita profesión.
Indignación entre los aficionados
«Llegará un momento en el que tengamos que celebrar los goles en silencio», fue el mensaje más repetido entre los aficionados del Real Madrid en los aledaños del estadio. Y es que la mayoría no entendía que un recinto deportivo el malestar de los vecinos también sea cuando el balón echa a rodar. El club blanco, que si ha bajado el volumen en la previa, quiere volver a la ‘normalidad’ con sus vecinos… una que no entienden sus aficionados. «Se quejaban de que era un estadio de fútbol y no un recinto para hacer conciertos, y ahora también les molesta que se celebren los goles», se quejaba a MARCA un aficionado antes de bromear con la solución. «Al final Florentino Pérez va a tener que comprar todas las casas». Por último, entre la indignación de los aficionados blancos, alguno también se atrevió a lanzar un mensaje crítico: «Los dueños de los bares seguro que también están muy contentos. Esto es como todo, cada uno barre para su casa». Y así, el Madrid ha preferido no solo ser bueno, sino también parecerlo.
