Ozempic y otros medicamentos como Wegovy y Rybelsus, basados en la semaglutida, han revolucionado el tratamiento de la obesidad, siendo reconocidos como el avance científico de 2023 y 2024.
Estos fármacos, originalmente diseñados para tratar la diabetes tipo 2, han demostrado ser eficaces para reducir el apetito y ayudar a los pacientes a perder entre un 5% y un 10% de su peso, lo que mejora la salud cardiovascular.
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Sin embargo, su alto costo y los problemas de desabastecimiento representan barreras importantes, especialmente en países con menos recursos.
En Colombia, el 56% de los adultos presenta sobrepeso u obesidad, y el 18.7% padece obesidad, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes y problemas cardíacos, según el último informe disponible de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensisn).
Aunque medicamentos como Ozempic podrían ser una solución prometedora para muchos colombianos, su elevado precio y la limitada accesibilidad hacen que su impacto sea restringido. Además, el uso no regulado en clínicas de adelgazamiento podría agravar la falta de disponibilidad.
Entre los pros, estos fármacos ofrecen una herramienta efectiva para perder peso, con beneficios adicionales como la reducción de la presión arterial. Sin embargo, entre los contras se encuentran los efectos secundarios como náuseas y diarrea, y la tendencia a recuperar el peso perdido una vez se interrumpe el tratamiento.
