martes, septiembre 24, 2024
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Narin Güran y la ‘omertá’: el asesinato y desaparición de una niña sacude Turquía

La pequeña Narin, de ocho años, caminaba hacia casa por la tarde cuando algo pasó. La investigación policial aún no lo ha descubierto; poco se sabe de lo que la niña vio y vivió en esos minutos. 

Pero las consecuencias de lo ocurrido sí son ciertas: Narin Güran desapareció el pasado 21 de agosto a las 15.30 de la tarde en el pequeño pueblo rural y muy conservador de Tavsantepe, en la provincia de Diyarbakir (sureste de Turquía).

No fue hasta 19 días después, el pasado 7 de septiembre, cuando el cuerpo de la niña fue encontrado en un riachuelo a un par de kilómetros del pueblo, envuelto en una manta y tapado con rocas. Desde entonces, no se habla de nada más en Turquía, que sigue la investigación y el caso del asesinato de Narin Güran como si de una telenovela se tratase. 

Pero esta ocasión es distinta. La muerte de esta niña puede significar un punto de inflexión en el país anatolio, donde la violencia contra las mujeres es constante. «Da la sensación que la sociedad se ha levantado en todo el país. No habíamos visto algo así en mucho tiempo. Y veo esto en una contradicción clara en la reacción de la gente y la del gobierno, que se ha quedado en silencio», explica Fidan Ataselim, la presidenta de la Plataforma Pararemos los Feminicidios.

Conexiones y silencios

Durante las más de dos semanas que duró la búsqueda, cientos de agentes de policía peinaron el pueblo y los campos de alrededor con la ayuda de la familia de la niña. Nadie sabía ni decía nada. Hasta que un vecino habló. Ahí es donde empezó todo. 

Nevzat Bahtiyar confesó a los agentes haber recibido 5.000 euros por esconder el cadáver. Se los pagó el tío de Narin, Selim Güran, una persona importante en el pueblo: Selim era el muhtar de Tavsantepe, una especie de alcalde electo parecido a un cacique local que actúa al margen de los partidos políticos. El hombre, líder del pueblo durante décadas, tenía conexiones con el partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan

«A veces hay cosas que uno sabe pero que no debe decir. Es muy posible que la niña fuese asesinada porque vio algo que no debía», dijo la semana pasada el diputado del partido de Erogan, Galip Ensarioglu, amigo de la familia desde hace décadas.

Tras la confesión de Bahtiyar, todo se derrumbó. La policía, en los días siguientes de la aparición del cadáver de la niña, detuvo a 25 personas en un pueblo de 400. Entre los detenidos, dos tíos de Narin —uno de ellos Selim—, la madre, el hermano, el primo, vecinos y familiares lejanos. Todos, consideran los investigadores, escondieron durante 19 días el cadáver de la niña y guardaron silencio para proteger su propia institución: la familia. 

«Erdogan lleva años manteniendo silencio sobre los asesinatos constantes que viven en este país las mujeres y las niñas. Tan solo habla de la familia, de su santidad, de cómo se la debe proteger. ¡Esta es su familia! Una mujer en ella no tiene espacio, no tiene nombre. Lo mismo que los niños. El asesino de Narin es la muestra de su orden familiar», asegura Ataselim. 

Deficiencias e incógnitas

Según el presidente del colegio de abogados de Diyarbakir, Mehdi Özdemir,los problemas con el caso empezaron desde el primer día. «El cuerpo de la niña fue encontrado en un sitio donde la policía ya había buscado dos veces antes. Esto ya de por sí muestra que la búsqueda fue deficiente, ya que la policía actuó basándose en las instrucciones de la familia de Narin», ha asegurado Özdemir a la prensa turca.

«En nuestro país, los primeros sospechosos en un caso de un niño desaparecido o de abuso a menores son siempre los miembros de la familia. Pero en este caso se les consideró como víctimas, lo que les dio la seguridad de actuar impunemente durante 19 días», ha dicho el abogado turco.

A pesar de todo el ruido —la prensa turca va llena de detalles truculentos de la historia, de confesiones y conversaciones secretas y de rumores sobre la relación entre el tío de la niña y su madre— hay, aún, muchas incógnitas por resolver. ¿Cómo murió la niña? ¿Por qué? ¿Dónde estuvo escondido su cuerpo durante 19 días? ¿Por qué un pueblo entero guardó silencio ante la policía?

«Este es un asesinato brutal. El asesinato de una niña inocente. Y, a pesar de ello, algunos parecen perder su humanidad entrando en política con su funeral y su muerte. La institución de la familia está siendo atacada utilizando lo ocurrido. Los que lo hacen son oportunistas y hipócritas; gente que busca provocar a nuestra nación», ha dicho Erdogan sobre los debates posteriores al asesinato de Narin.

«Las autoridades hablan de este crimen como si fuese contra ‘la familia’. Pero lo importante aquí es Narin. Si nos centramos tan solo en políticas que protejan a ‘la familia’, esto únicamente hará que el silencio aumente —considera Ataselim—. Habrá más casos como este. Más casos de asesinatos de menores, abusos y desapariciones que serán encubiertos como simples ‘asuntos de familia'».

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