El 28 de abril de 2015, una banda de delincuentes de San Martín cometió uno de los secuestros más crueles de la historia reciente, la captura del empresario Daniel Rebagliati, capturado en Tres de Febrero y liberado ocho días después, con un rescate de dos millones de pesos de aquel entonces, más de 160 mil dólares. La banda fue detenida y elevada a juicio dos años después, con nueve sospechosos, entre ellos un suboficial de la Policía Federal.
Las penas dictadas por el Tribunal Federal N°2 de San Martín fueron particularmente duras. Lionel Andrés Verni, o Lionel Ali, un habitué del hampa que fue parte del ataque, recibió en 2018 una pena de 16 años por el secuestro de Rebagliati, que se convirtió en un monto de 23 por la unificación de una condena anterior por un asalto en Morón. Fue enviado al penal de Marcos Paz, de donde intentó salir en 2020 y 2021 con pedidos de prisión domiciliaria, con la excusa de la pandemia del coronavirus.
Ayer por la noche, insólitamente, la DDI de San Martín allanó y detuvo en su casa de Ciudadela a Lionel Andrés en el marco de una investigación para esclarecer el asesinato de un joven en Fuerte Apache. Podría decirse que estaba preparado: los policías de la Bonaerense le encontraron cinco pistolas, la mayoría de alto calibre, dos chalecos antibalas, dos handies conectados a la frecuencia policial, un pasamontañas, precintos y picanas. Finalmente, una granada de fabricación argentina.
Ahora, ¿qué hacía libre si estaba condenado a más de dos décadas en una jaula? “Tenía una condicional. Un juez puso el gancho”, dice un investigador del caso. Otro hombre clave en la captura se ríe y replica: “Argentina, no lo entenderías”.
La historia que lo llevó a su captura es más incomprensible todavía.
La víctima del crimen fue identificada como Ezequiel Acevedo, de 28 años, vecino de Fuerte Apache en Ciudadela. Según distintas versiones, Acevedo habría conquistado a la novia de un picante de la zona. un contacto de Lionel Ali. El 30 de octubre de 2023, un comando de asesinos mató a Acevedo en el monoblock 15 del Fuerte; el joven ingresó al Hospital Posadas con tres tiros en el cuerpo. Allí perdió la vida.
Maximiliano Gerez, el principal acusado, fue buscado durante meses. Los investigadores sospechaban que se refugiaba en un rancho de la zona de Villa Matienzo. Un dato de calle indicaba que tenía un contacto fluido con su dealer de pistolas, “El Lio”. La DDI llegó a los domicilios donde Matienzo y su proveedor se refugiaban. La UFI N°2 de San Martín requirió ordenes de allanamiento para ambos blancos. No había nadie en Villa Matienzo. Lionel Andrés, en cambio, atendió en su casa.
Así, lo allanaron: la causa en su contra, por lo pronto, es por el delito de tenencia ilegal de armas, municiones y explosivos. Todavía no hay elementos para vincularlo al crimen de Acevedo.
La granada no era un explosivo tan lineal: tuvo que ser detonado por personal de Explosivos de la Bonaerense. Allí, descubrieron que contenía metralla en su interior. Por lo pronto, los investigadores policiales que capturaron a Verni desconocen quién es el magistrado que autorizó su salida de la cárcel, más con dos fallos aversos del tribunal que lo condenó.
