El Barça vuelve a Montjuïc 25 días después de ‘hacerle un siete’ al Valladolid y dejar un gran sabor de boca a sus aficionados. Por el camino, el conjunto azulgrana no consiguió firmar un buen debut en la Champions League, cayó por 2-1 en Mónaco, y ha perdido a su capitán y seguro bajo palos. El equipo le quiere dedicar la victoria a Marc-André ter Stegen. Deja un hueco muy difícil de cubrir, pero el fútbol da segunda oportunidades, y al menos en los próximos partidos, Iñaki Peña intentará, esta vez sí, reivindicarse en la portería.
Lo que no ha cambiado desde la última exhibición en casa es el camino imparable en la Liga. Las visitas a Girona y Villarreal se saldaron con sendas goleadas de muchísimo mérito y la pegada del equipo en el campeonato liguero está fuera de toda duda: 22 goles en seis partidos, de los cuales, 16 se han marcado en los últimos tres. Unos números que invitan al optimismo, pero Flick quiere más.
Un esfuerzo necesario
Y así se lo ha hecho saber el técnico alemán a sus futbolistas. De manera interna, les ha pedido que no bajen el pistón porque considera muy importante llegar al clásico del Santiago Bernabéu del próximo 6 de octubre como líderes. Y la mejor manera de conseguirlo sin depender del resultado del rival es mantener el pleno de puntos.
Hansi Flick trabaja en el día a día como técnico práctico que es, pero la visita al Real Madrid la tiene marcada en rojo en su calendario, consciente de que es el partido que puede decantar la temporada. Siempre, eso sí, que se hayan hecho los deberes. El Barça está por el buen camino, pero no hay espacio para el despiste ni la relajación.
Y si un equipo, por intensidad, no permite cualquier euforia, este es el Getafe, que visita el Olímpic con ganas de encontrar el punto de inflexión que tanto necesitan.
No han empezado nada bien la temporada los de José Bordalás, a quien le han dejado una plantilla prácticamente de circunstancias. Los ‘azulones’ no conocen todavía la victoria, han empatado cuatro partidos y han perdido, dos. Además, tienen un serio problema con el gol, pues solo han marcado tres. Todo esto les hace presentarse como una víctima propiciatoria en Barcelona… y es lo que más alerta a Hansi Flick. De ese tipo de partidos que puede cargar el diablo.
Lamine, sin descanso
El de Getafe es el primero de los cuatro choques de Liga a afrontar (entre medio, hay dos de Champions) antes del clásico. Y Hansi Flick ha sido muy claro con sus jugadores: es imprescindible mantener el pleno, el cien por cien de los puntos.
No valen las excusas y el objetivo es derrotar al Getafe, pero también sumar de tres en Pamplona y Vitoria, y ante el Sevilla en casa tras regresar del parón. Significaría un arranque espectacular, un impresionante 10 de 10 para plantarse en el Bernabéu con la fuerza de un líder imbatible.
Para ello, será necesario que sus futbolistas lo sigan dando todo sobre el césped. El partido ante los de Bordalás podría invitar a las rotaciones, pero en rueda de prensa ya dio a entender Hansi Flick que hay futbolistas muy difíciles de sustituir. Sus palabras sobre Lamine Yamal -“no creo que necesite descanso”- y sobre Koundé -“está en plena forma”- apuntan a que si hay rotaciones, serán las mínimas y necesarias. Porque hay que ganar.
Raphinha celebra su gol ante el Villarreal / AP Photo/Alberto Saiz
Raphinha, capitán
Sí dejó la puerta más entreabierta a que pueda descansar Iñigo Martínez -”tengo que hablar con él”- y habrá que ver si también Raphinha, que lo ha jugado todo, pero es una pieza clave para su entrenador y con una gran ascendencia en el vestuario. En caso de ser de la partida, el brasileño lucirá con orgullo el brazalete de capitán.
Pablo Torre se podría mantener en la mediapunta tras su ‘carta de presentación’ en La Cerámica. En el que fue su primer partido de titular con Flick, firmó un gol y una asistencia que pueden darle el pasaporte a la continuidad. El cántabro se exige mucho a sí mismo y está convencido de que puede dar más, que hay mucho fútbol en sus botas todavía por enseñar.
Juegue quien juegue, Hansi Flick aprieta las tuercas y no va a permitir que nadie dé por ganados partidos que todavía se tienen que jugar. El técnico le otorga, además, una gran importancia a jugar de local, porque va con su manera de ser pensar mucho en el aficionado y en que se vaya a su casa satisfecho.
Al principio, pensar en llegar al Bernabéu en la Jornada 11 sin haberse dejado ni un solo punto por el camino era más un sueño que una realidad, pero pasada la mitad del trayecto, se ve mucho más cerca. Hay que seguir así y Flick se encarga de recordarlo a los suyos.
