miércoles, septiembre 25, 2024
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Las 10 claves del Superbarça de Hansi Flick

Líderes incontestables en la Liga española pero advertidos de nuevo en Europa. Este es el nuevo Barça de Hansi Flick. El barcelonismo anda esperanzado por el presente pero sobre todo muy ilusionado con el futuro. Repasamos las 10 claves del gran inicio de temporada del conjunto culé.

1. El entrenador

A pesar de ser alguien en Europa, Hansi Flick ha aterrizado en Barcelona paseando la bandera de la humildad. Su puesta en escena ayuda a entender a los demás que su objetivo es hacer crecer al equipo desde la normalidad. ¿Cómo debe comportarse un futbolista si ve a su entrenador actuando de esta manera?

La temporada no ha hecho más que empezar pero desde el presidente hasta el último de los trabajadores del club ya han comprobado la personalidad del técnico alemán, con invitación a una comida multitudinaria incluida. Flick hace equipo. Los aficionados también le valoran ya que, más allá de los resultados, se sienten cómodos y bien representados en sus apariciones ante los medios de comunicación.

El Barcelona y su entorno conforman un club único y, a la vez, muy complejo. Por tanto, Flick debe hacer los esfuerzos que sean necesarios para entenderlo. Su objetivo debe ser mantener este ambiente de paz y trabajo en los buenos y malos momentos y, por supuesto, durante el máximo tiempo posible.

2. Mentalidad

Un futbolista es la suma de calidad más mentalidad. En el Barcelona -como en el resto de los grandes clubes- solo vale ganar y esto no es sencillo. Solamente aquellos jugadores que sean capaces de soportar la presión lograrán sobrevivir a la experiencia. De momento, Flick ha conseguido que futbolistas bloqueados estén ofreciendo su mejor versión individual, circunstancia que afecta al rendimiento colectivo del equipo. Por ejemplo, Lewandowski y Raphinha, dos de los señalados durante la temporada pasada, se están saliendo.

Hay que querer ganar cada día y, por eso, la exigencia de Flick se antoja vital para conseguir continuidad en el crecimiento del proyecto. La gestión de vestuario va a ser básica para que cada futbolista sienta que no puede ceder.

3. Compromiso

Para eso el día a día es clave. El técnico alemán ha recordado a los jugadores que ser miembro de la plantilla del Barcelona es un privilegio y que, por tanto, hay que defender esa posición, pero para ganar hay que querer ganar y para querer ganar, hay que trabajar como si no hubiera un mañana. Y él es un ejemplo: el primero en llegar y el último en irse. Los futbolistas detectan en seguida el perfil del entrenador de turno y ahora sienten que no hay espacio para la distracción.

Los vestuarios profesionales quieren justicia en las decisiones de su entrenador. Hablamos de meritocracia. Que Flick empezara la temporada con Bernal y Casadó fue un aviso para navegantes y que en Villarreal salieran de inicio Sergi y Gerard es otra muestra interesante. Flick es valiente.

4. El modelo de juego

Flick no creció en la Masía ni es “hijo” de Cruyff, pero ha llegado por un camino distinto a conformar una idea muy similar del fútbol basada en un juego atrevido y de ataque que coincide con el que le gusta al barcelonismo. Y también a los futbolistas, los fichados y los de casa -sobre esto reflexionaremos después-. El presidente Joan Laporta, principal artífice de la contratación del técnico alemán, ha sabido darle continuidad a una idea con la que el culé se siente orgulloso y muy identificado, y que últimamente ha peligrado.

En la construcción de un equipo tan joven como el azulgrana hay altos y bajos en el rendimiento. En este sentido, mantener la calma y ser fiel a las esencias de la biblia azulgrana va a ser imprescindible para no perder la credibilidad, sobre todo, ante los futbolistas. Flick tiene matices, como todos los entrenadores, pero la estabilidad del modelo de juego parece garantizada.

5. La preparación física

Mucho se ha hablado de este tema en los últimos tiempos. El Barcelona, al margen de Flick, renovó este verano su elenco de profesionales dando la batuta a Julio Tous, que ha cambiado la fórmula. El técnico alemán es respetuoso con el trabajo de su staff y espera resultados para poder implementar su modelo de juego durante toda la temporada. Aunque ya se han visto mejoras parece prudente dejar pasar los meses para valorar este terreno.

Con la competición iniciada apenas hay tiempo para trabajar lo físico así que la preparación moderna casi se centra más en la prevención de lesiones. El Barça no va sobrado en este aspecto así que del acierto de Tous y su equipo depende buena parte del rendimiento de una plantilla ya de por sí muy corta de efectivos. Como la intensidad es otro factor innegociable habrá que ir con cuidado con provocar más lesiones musculares. Ahora mismo la enfermería está llena.

6. El juego de posición

Da la sensación de que la gran mejora del equipo ha llegado gracias a las pautas aportadas por Flick en el juego de posición, muy dinámico y mucho más vertical respecto a determinados posicionamientos del pasado. El partido Villarreal-Barça pareció uno de la Bundesliga, con idas y venidas permanentes. Ha cambiado el juego de los interiores y también -especialmente celebrado por todos- la generación de profundidad en el juego de ataque, con continuos desmarques de ruptura a la espalda de la defensa rival que desatascan los ataques en estático. Que Pedri y Olmo hayan destacado tanto o que Lewandowski y Raphinha hayan recuperado su mejor versión tiene mucho que ver con las instrucciones de su entrenador en el juego con balón.

El inicio del equipo ha sorprendido a los entrenadores rivales que, por supuesto, ya están buscando el antídoto en su pizarra. No hay duda de que durante esta misma temporada el equipo va a tener que evolucionar. También debería aprender a controlar los partidos porque en Europa, con tanto riesgo, va a ser difícil gobernar los marcadores. Deberes para Herr Flick.

7. La presión

Otra gran aportación del técnico alemán, que ha recuperado la pasión de sus jugadores para ejecutarla, pero también el orden, con las lineas muy juntas en todo momento. Como el equipo ataca bien, tras la pérdida del balón, los jugadores apenas deben correr diez metros para recuperarlo. El plan se ejecuta de manera coordinada: los centrales y el mediocentro están atentos a las vigilancias ofensivas; los laterales aprietan muy arriba a los del conjunto rival; los interiores marcan al hombre y los extremos cierran por dentro hasta ahogar. Incluso Flick le ha dado una misión más cómoda a Lewandowski, consciente de sus limitaciones por la edad. Da gusto ver presionar al Barça.

Los movimientos de los jugadores dejan mucho campo abierto entre la defensa propia y el portero -hasta esta semana Ter Stegen; a partir de la que viene, (en principio) Peña- y muchas situaciones de uno contra uno así que el riesgo es elevado si el rival es capaz de superar la primera línea. Contra el Mónaco y el Villarreal apenas presionaron al hombre que tenía el balón y por eso el equipo concedió tantas ocasiones al rival.

8. La cantera

El equipo acabó en Villarreal con ocho futbolistas hechos en casa. Orgullo, y una constatación más de que el club, demasiado a menudo, ha tirado el dinero en fichajes inútiles. En lo que va de temporada han jugado ya 14 jugadores de la cantera -cuatro debutantes-, cinco más han ido convocados pero no han debutado y faltan por llegar Gavi y Araujo. Como son grandes conocedores de la idea de jugar un fútbol ofensivo como el que pretende Flick su aportación está siendo de rendimiento inmediato. Además de juego aportan alma -son culés-, energía -son jóvenes- y ambición -tienen hambre-.

Lo que está sucediendo no es normal y es importante que el barcelonismo lo entienda. De entrada porque el equipo está siendo regular a pesar de que la inexperiencia conlleva errores y, de salida, porque tres de las sensaciones del equipo, Lamine, Bernal y Cubarsí, tienen 17 años. Y atención, en el último banquillo de Villarreal estaban Toni y Guille, ¡chavales de 16! Más Fort y Kochen (18 años); Sergi (19); Balde, Astrálaga y Gavi (20); Casadó, Fermín y Ansu (21); Gerad y Víctor (22) y Eric (23). Una maravillosa locura.

9. Lamine Yamal

La joya de la corona. Sin palabras. Cada partido supera al anterior. Va camino de marcar una época. Xavi gestionó bien su aparición y Hansi Flick tiene la responsabilidad de hacerle fácil su camino hacia la historia. La Masía ha dado al fútbol otra superestrella que el Barça debe aprovechar para liderar el siguiente ciclo ganador.

A los 17 años tiene un cuerpo todavía a medio terminar así que es muy importante gestionar bien este tramo vital. Con tantos partidos a tan alto ritmo, viajes, golpes, etc. los conocimientos de Flick y su staff son esenciales para garantizar la continuidad en su proyección.

10. Ilusión

El seguidor del Barcelona está tan perplejo como el resto de los aficionados al fútbol. En el año de Mbappé y del Real Madrid el equipo de Flick está sorprendiendo por el nivel de su fútbol, por la recuperación futbolística de los veteranos y por el talento y la energía de unos jóvenes que están transmitiendo emociones a la grada como hacía tiempo que no sucedía.

Que la ilusión no desaparezca si no llegan los títulos. No ganar la Liga o la Champions no debe suponer ningún fracaso ya que lo que está sucediendo en el Barcelona se parece bastante al inicio de la construcción de un equipo con líderes naturales como Cubarsí, Gavi o Lamine que, bien acompañados por sus compañeros de la cantera y un par o tres de fichajes, puedan devolver al Barça a la primera linea mundial.

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