El Parque de los Príncipes corea ya su nombre. Todo el estadio se pone en pie. Lo de Barcola en París empieza a ser algo muy serio. Con apenas 22 años y después de una primera temporada de adaptación, el joven extremo francés está demostrando esta campaña que está dispuesto a asumir el vacío dejado por Mbappé.
De momento, lleva más goles que en toda la campaña anterior y ante el Rennes se echó el equipo a las espaldas para liderar el triunfo. Un doblete y medio (Kang In aprovechó el rechace a su disparo) para que todo el estadio cantara su nombre.
El bueno de Barcola hizo lo que al PSG le costó un mundo en el primer tiempo: abrir la lata. Los parisinos saltaron al ruedo con las ideas clarísimas, pero faltó mordiente arriba. Apostó Luis Enrique por Kang In como falso ‘9’ ante la lesión de Asensio, y con un Dembélé que fue protagonista. Para bien y para mal. Porque decidió muy mal en acciones que llamaban a gol al principio, y porque luego asistió como tocaba para que Barcola hiciera el primero. Hakimi había estrellado un balón en el larguero apenas unos minutos antes. El Rennes y Julien Stéphan andaban desesperados ante un PSG dominante.
Más de Barcola
En la reanudación, solo había que matar el partido. Otra vez Achraf tenía su oportunidad, pero marcaba en fuera de juego. El que no iba a fallar iba a ser Kang In, de cabeza, tras el remate al palo de Barcola. El cuadro parisino tenía el partido en el bolsillo y terminó de caer cuando, otra vez la gran estrella gala, aparecía para poner el 3-0 casi definitivo. Hakimi la puso y Bradley solo tuvo que empujarla. Muy fácil. Todo estaba visto para sentencia, pero el Rennes quiso seguir en partido con un penalti que transformaba Kalimuendo. Se pusieron los de Stephan con 3-2, pero el VAR anuló el tanto.
