Manuel Pellegrini es un hombre pausado, sosegado, sereno. Hasta que pierde los nervios. Como sucedió en el duelo que enfrentaba al Real Betis y el Espanyol correspondiente a la octava jornada del campeonato. El chileno agarró un enfado morrocotudo al ver que Abde se encargó de patear el penalti que él mismo había provocado en la recta final del primer tiempo.
El futbolista marroquí se saltó la jerarquía establecida por el ‘Ingeniero’ y tomó una responsabilidad que debía haber asumido Giovani Lo Celso, el encargado de ejecutar las penas máximas en el equipo de las Trece Barras. La rabieta de Pellegrini se multiplicó al ver que el exazulgrana erraba el disparo desde los once metros. O, más bien, que Joan García le ganaba la partida con una estirada espectacular a su izquierda para negarle el 1-0. Corría el minuto 45 y los heliopolitanos se podían haber ido al intermedio con ventaja en el marcador tras una primera mitad aciaga en labores ofensivas.
Sin castigo
El entrenador chileno pagó su ira con Héctor Bellerín, el futbolista que estaba más cerca del banquillo verdiblanco en ese momento. El lateral catalán se llevó una reprimenda de Manuel Pellegrini a santo del error de Abde. El extremo marroquí, sin embargo, no fue castigado por su técnico ya que salió en el segundo tiempo. Eso sí, a bien seguro que se llevó una buena arenga del chileno por haber decidido lanzar el penalti por su cuenta y riesgo.
