El derbi llega con bronca en el Real Madrid. Que se lo pregunten a los jugadores, a los que Carlo Ancelotti puso firmes en el vestuario del Santiago Bernabéu nada más terminar el partido frente al Alavés del pasado martes. Y no, la polémica de las tarjetas por protestar no fue el motivo. El cabreo iba por otro lado.
El final del partido, con susto tremendo para los blancos tras mandar 3-0 en el marcador y ver cómo acababan pidiendo la hora tras encajar el 3-2, no le hizo ninguna gracia al técnico, que decidió no guardarse el enfado que tenía y sacarlo a relucir en caliente. Con todos en el vestuario tras el pitido final, Ancelotti tomó la palabra para dar un importante toque de atención a su equipo. El técnico alzó la voz para pedir seriedad en el juego y respeto a los rivales desde el primer minuto hasta el final, algo que echó en falta ante el Alavés y que no quiere que se repita.
Ancelotti muy molesto
Lo sucedido no tuvo consecuencias en el resultado, pero para Ancelotti fue lo suficientemente grave para atajarlo a tiempo y que no vuelva a ocurrir. No lo quiso dejar pasar y el mensaje fue bastante fuerte. Hacía tiempo que no se veía a Ancelotti tan molesto. Un toque de atención cara a cara con sus jugadores que no tuvo su continuidad en la rueda de prensa posterior.
Ancelotti lavó los trapos sucios en el vestuario y públicamente no quiso hurgar en la herida. «El fútbol es así. Cuando tú piensas que el partido se ha acabado, te marcan. Entonces ganan en confianza ellos, tú la pierdes y sufres. Esto puede pasar y pasará más veces. Pero durante muchos minutos hemos jugado muy bien y nos dará confianza», fue todo lo que dijo sobre el susto final.
Cuando tú piensas que el partido se ha acabado, te marcan. Entonces ganan en confianza ellos, tú la pierdes y sufres.
Una bronca que Ancelotti también aprovechó para empezar a jugar el derbi, siguiente parada de los blancos tras el partido ante el Alavés. El italiano, curtido en mil batallas, aprovechó una cosa pensando en la otra. No da puntada sin hilo y a buen seguro sabía que el toque de atención tendría recorrido para elevar la atención de cara al duelo con el Atlético. Por eso no dudó en echarse a la cara a sus jugadores y lanzar unos cuantos mensajes contundentes sobre la actitud en los partidos y el no perderles la cara nunca para tocar la fibra de sus jugadores con un compromiso tan importante como el del Metropolitano en el horizonte.
El mensaje está mandado y Ancelotti está convencido de que sus jugadores lo han captado. El técnico está contento con el crecimiento del equipo a nivel futbolístico y de resultados, pero no quiere que despistes absurdos e innecesarios los aleje de los objetivos que tienen.
