El Athletic Club cedió un empate en la visita del Sevilla a San Mamés (1-1), en un encuentro que los rojiblancos tenían bajo control y se acabó esfumando en los últimos minutos por culpa de dos fallos garrafales de sus porteros. Agirrezabala cometió un error infantil que le costó la roja directa en el minuto 82. Ernesto Valverde movió ficha y sustituyó a Nico Williams para dar entrada a Padilla. El cancerbero de Zarautz introdujo en su propia puerta un centro potente de Ejuke que permitió a los nervionenses sumar un punto en su lucha por escapar de la zona de descenso.
El joven Mikel Jauregizar había adelantado a los leones con un remate afortunado tras una serie de rechaces. El esférico acabó rozando en Agoumé y despistó por completo a Nyland, que se estiró pero no alcanzó el balón.
Con el marcador favorable, los vascos dominaron la situación, con Nico Williams e Iñaki haciendo diabluras en ataque. El menor de los hermanos dejó un par de acciones marca de la casa que no encontraron gol por escasos centímetros. Como una combinación con Álex Berenguer que el navarro no acertó con toda la portería a su disposición.
Roja sin discusión
Y llegó la expulsión de Agirrezabala. El portero no controló con las manos un balón que se presumía sencillo de capturar ante la presión de Mejía. Roja directa sin discusión. El riojano César Soto Grado no necesitó ayuda externa y mandó al arquero a la caseta. Valverde hizo un cambio ‘amarrategui’ para dar entrada a Padilla. Nico Williams, fuera. Y el Athletic reculó. Padilla fue protagonista negativo en los leones con un gol en propia meta desafortunado. El Sevilla apretó hasta el final, pero el marcador ya no se movió.
