La inteligencia artificial Söze podría ser el próximo gran avance en el campo de la investigación criminal. Desarrollada en Australia, esta herramienta ha demostrado una capacidad sin precedentes para procesar y analizar enormes cantidades de datos en tiempo récord, algo que los investigadores tradicionales jamás podrían lograr. La IA de Söze funciona como una poderosa lupa digital que puede observar múltiples fuentes de información al mismo tiempo, desde grabaciones de video y registros financieros hasta redes sociales y correos electrónicos, permitiendo a los investigadores obtener resultados en cuestión de horas.
El propósito principal de esta tecnología es acelerar significativamente el proceso de análisis de datos, lo que tradicionalmente resulta ser un desafío logístico para las fuerzas policiales. En el caso de la policía de Avon y Somerset en el Reino Unido, donde se llevó a cabo su primera aplicación, Söze fue capaz de analizar pruebas en 27 casos complejos en un tiempo récord de 30 horas, resultados que habrían tomado hasta 81 años si se hubieran hecho manualmente. Este dato ilustra la eficiencia de la IA para procesar grandes cantidades de datos y muy diversos. También destaca la capacidad de la tecnología para encontrar conexiones y patrones que podrían pasar desapercibidos para los investigadores humanos.
Este éxito inicial ha generado gran expectativa, hasta el punto de que las autoridades planean realizar pruebas a mayor escala para evaluar el potencial de Söze en la resolución de casos antiguos y complejos. La policía espera que esta tecnología pueda convertirse en una herramienta crucial para revisar expedientes que tradicionalmente han sido difíciles de resolver debido a la inmensa cantidad de pruebas. La rapidez con la que Söze puede proporcionar resultados podría cambiar radicalmente el panorama de las investigaciones criminales, permitiendo a los detectives enfocarse en el análisis de las conclusiones en lugar de gastar tiempo procesando la información.
Los detectives se enfrentan a menudo con la dificultad de recopilar y revisar manualmente una multitud de fuentes de información que, en muchas ocasiones, se encuentran dispersas y desconectadas. Söze permite integrar estos datos y visualizarlos de manera coherente, estableciendo conexiones que serían casi imposibles de identificar manualmente.
Gavin Stephens, presidente del Consejo Nacional de jefes de Policía del Reino Unido, ha destacado el potencial de la IA para abordar especialmente la revisión de casos sin resolver, brindando a las fuerzas policiales la oportunidad de reabrir y analizar expedientes que han estado archivados por años.
El proceso de investigación tradicional, que demanda cientos de horas para analizar datos aislados, ahora podría ser sustituido por un análisis integral y rápido, proporcionando a los detectives información procesada y conclusiones listas para su interpretación.
Además de su aplicación en casos complejos, la inteligencia artificial está siendo utilizada para combatir un problema específico en el Reino Unido: la criminalidad relacionada con armas blancas. Las nuevas herramientas de inteligencia artificial permitirían rastrear el origen de los cuchillos utilizados en delitos. Scotland Yard ha sido pionera en este enfoque, creando una base de datos que recopila información detallada sobre estos objetos, incluyendo la longitud de la hoja, materiales de fabricación, color y detalles de los minoristas que los venden.
Esta iniciativa ya cuenta con un archivo de más de 20.000 imágenes y alrededor de 500 cuchillos. La IA analiza estas imágenes para identificar patrones y relaciones y, al hacerlo, facilita el rastreo de las armas blancas utilizados en ataques violentos.
El proyecto es supervisado por el profesor Miroslaw Bober, de la Universidad de Surrey, quien destaca la importancia de esta tecnología en la reducción de la disponibilidad de cuchillos en situaciones de violencia. Bober señala que la mayoría de los ataques con arma blanco no son planeados, por lo que la accesibilidad de estos objetos aumenta la probabilidad de incidentes violentos. La aplicación de la IA en este contexto se convierte en un componente vital para frenar la posesión y el uso de armas blancas.
La prevención de este tipo de delitos se ha vuelto prioritaria, sobre todo si se tiene en cuenta que se registraron más de 49.000 delitos relacionados con armas blancas en el Reino Unido durante los 12 meses previos a diciembre de 2023.
Por otra parte, esta tecnología es una herramienta integral para la prevención y el análisis delictivo. A lo largo de los años, las fuerzas del orden han comenzado a aplicar sistemas de IA para predecir y prevenir delitos, mejorando así la eficacia de sus operaciones.
Una de las aplicaciones más destacadas de la IA en este contexto es el mapeo predictivo. Este sistema utiliza algoritmos para analizar datos delictivos y predecir dónde y cuándo podrían ocurrir futuros delitos. Equipados con esta información, los agentes de policía pueden patrullar áreas de alta actividad delictiva de forma más eficiente. Estos programas de mapeo predictivo se han implementado en coches patrulla y dispositivos móviles, convirtiéndose en una herramienta esencial para que los agentes estén un paso adelante en la prevención del crimen.
Además de la predicción de delitos, la inteligencia artificial se usa para mejorar otros aspectos de la seguridad y la investigación policial. Algunos de los usos actuales incluyen:
- Reconocimiento facial y análisis de video: La IA facilita el procesamiento rápido de imágenes y videos, permitiendo a los investigadores identificar rápidamente a posibles sospechosos o encontrar patrones dentro de grandes volúmenes de material audiovisual.
- Extracción de datos telefónicos y análisis de redes sociales: Las autoridades pueden usar la IA para revisar rápidamente información contenida en dispositivos móviles y en redes sociales, lo que es particularmente útil en investigaciones relacionadas con delitos tecnológicos o cibercrímenes.
- Evaluación de riesgos individuales: Los algoritmos pueden identificar personas con mayor probabilidad de cometer o ser víctimas de delitos, proporcionando información a los agentes para prevenir incidentes antes de que ocurran.
Si bien estas aplicaciones de IA ofrecen beneficios significativos para la seguridad pública, han surgido preocupaciones en torno a la privacidad y el potencial sesgo en la toma de decisiones. Grupos de derechos humanos, como Liberty, han denunciado que el uso de esta tecnología por parte de la policía muestra falta de transparencia y podría afectar de manera injusta a minorías étnicas y comunidades de bajos ingresos.
Los algoritmos de IA, al estar basados en datos históricos, podrían perpetuar sesgos ya existentes en el sistema de justicia. Por ejemplo, si ciertas áreas han sido objeto de mayor actividad policial en el pasado, los algoritmos podrían interpretarlas como zonas de alta criminalidad, aumentando la vigilancia en esas áreas de manera desproporcionada.
Sin embargo, las fuerzas policiales de Avon y Somerset han señalado que toman medidas para evitar sesgos en los modelos de datos, excluyendo variables como etnia, género, dirección o datos demográficos.
Aun así, existe preocupación por la falta de transparencia en cuanto al funcionamiento de estos sistemas y cómo se procesan y utilizan los datos. Las fuerzas policiales no siempre revelan qué criterios se utilizan para la toma de decisiones, lo que dificulta evaluar si se están aplicando de manera justa y equitativa.
La controversia en torno al uso de IA en la vigilancia y prevención del crimen sigue siendo un tema de debate público. La discusión se centra en encontrar un equilibrio entre el potencial de la IA para mejorar la seguridad pública y la necesidad de proteger los derechos y la privacidad de los ciudadanos, así como asegurar que estas herramientas no refuercen desigualdades preexistentes en la sociedad.
