En los últimos años, España ha experimentado un marcado descenso en el número de nacimientos, reflejando un cambio en las prioridades y dinámicas sociales, especialmente entre las parejas jóvenes. Factores como la inestabilidad laboral, el elevado coste de la vivienda y un cambio en los estilos de vida han llevado a muchos a postergar o renunciar a la maternidad y paternidad.
En este contexto, las mascotas han ganado protagonismo, convirtiéndose en compañeros fundamentales para muchas parejas que optan por ellas como alternativa.
Los datos acerca de este fenómeno han comenzado a ser algo preocupantes, ya que hay un total de 1.809.768 niños de entre 0 y 4 años frente a 10.474.251. Así, hemos llegado a un punto en el que los animales de compañía superan a los hijos en una proporción de 6 a 1. Estas estadísticas reflejan una crisis demográfica profunda que amenaza con generar problemas en el futuro.
Según María Miyar, la directora de Estudios Sociales de Funcas, el principal problema al que se enfrentan los españoles que quieren ser padres es la carencia de ayudas. “España destina muy poco dinero a las políticas familiares”, señala Miyar, destacando también el hecho de que, en muchas ocasiones, se prioriza a las personas en edad de jubilación.
Los datos del INE reflejan la misma realidad, mostrando que una gran parte (25%) de las mujeres que quieren ser madres no lo hacen debido a razones laborales o de conciliación. Por otro lado, otro 19% de estas mujeres señala que se debe a motivos económicos.
Para abordar el descenso en los nacimientos en España, es crucial implementar políticas que faciliten la conciliación entre la vida laboral y familiar. Entre las posibles soluciones se incluyen el aumento de ayudas económicas directas a las familias, como subsidios, y la creación de programas que fomenten el acceso a una vivienda asequible.
