Jorge Martín asestó este domingo un buen golpe a la clasificación del Mundial tras conquistar la victoria en el GP de Indonesia. Un golpe que, pese a la importancia, sigue sin ser definitivo. Primero, porque Pecco Bagnaia, su inmediato perseguidor, remontó posiciones, se aprovechó de las bajas y acabó subiendo al podio en la tercera posición, cazando 16 puntos. Segundo, porque el del Pramac Ducati se fue al suelo en la sprint y aunque remontó hasta la décima posición, se quedó sin premio, ya que solo los nueve primeros reciben botín. Pecco, por su parte, ganó la carrera corta y recortó de una tacada 12 unidades.
Con esta combinación de elementos, Jorge Martín acabó la primera cita de la gira asiática con una renta de 26 puntos sobre el líder de Ducati, o lo que es lo mismo, una carrera de margen, y un poquito más. Con tan solo cinco Grandes Premios por delante, la renta, aunque es escasa, podría valer al madrileño para coronarse por primera vez en su carrera campeón del mundo de Moto GP y destronar, de paso, a Pecco Bagnaia.
¿Qué necesita Martín para ser campeón? En principio, las cuentas son claras. Le basta con finalizar un puesto por delante del turinés en las carreras que quedan. Un objetivo nada fácil, especialmente con lo igualado del campeonato en este tramo final. A favor de Martín corre su regularidad. Aunque las victorias se le resisten, pocas veces este curso ha finalizado fuera del Top-3, ya sea en la carrera larga o en la sprint.
Regularidad
Tan pocas que se pueden contar con los dedos de una mano. El del Pramac fue cuarto en el GP de Estados Unidos; cuarto también en la sprint del GP de Catalunya; decimoquinto en la carrera larga del GP de San Marino y décimo en la corta de Indonesia, este mismo sábado. Sólo una vez en todo el curso se quedó sin terminar la carrera, y de eso hace ya varios meses, en el GP de España celebrado en Jerez en mayo. Aún así, se llevó 12 puntos gracias a su victoria en la sprint.
Bagnaia, seguido Martín, en Misano / AP
Prácticamente se puede decir lo mismo de Pecco Bagnaia. El de Ducati arrancó el curso irregular, con la presión del defensor del título. Cosechó pocos resultados relevantes, pese a su victoria en Qatar, y se fue al suelo sin puntuar en cuatro ocasiones. Hasta la carrera del GP de Catalunya. El turinés se recompuse de su 0 en la sprint y se llevó la victoria. Encadenó dos dobletes, en Mugello y Assen y desde entonces ha sumado seis victorias más entre sprint y carrera. En total, atesora 12 victorias, por las ocho de Martín.
El curso pasado, tras el GP de Indonesia, y con cinco GP para el final, Pecco contaba con una centaja de 18 puntos. Con su victoria en Mandalika sumó un total de 366, mientras que Martín atesoraba 328. Una renta que, a la postre resultó suficiente y no solo eso, acabó ampliando su ventaja a 39, para acabar con 467 por los 428 del español.
Martín tiene en su mano repetir ese patrón, esta vez estando al otro lado, el lado del líder del campeonato. En juego hay aún una buena bolsa de puntos, los 125 de la carrera larga, más los 60 de la sprint, en total, 185 puntos sobre el tapete. Un mundo aunque la renta de 26 que atesora el del Pramac supone un buen colchón. Una renta que incluso le permite no puntuar en una carrera y que Pecco se llevara la victoria. Incluso así seguiría al frente de la general.
La sprint, ¿decisiva?
También podría permitirse ser segundo en todas las carreras (largas) que quedan, aunque Bagnaia ganara todas ellas. En ese caso aún tendría un punto de margen al final del campeonato. A partir de ahí, abría que sacar la calculadora, teniendo en cuenta también los valiosos puntos que reparte la sprint y que podrían ser decisivos a final de curso.
La temporada pasada Jorge Martín gestó gran parte de su botín en la prueba corta, con un total de nueve victorias. En este 2024 sus prestaciones siguen siendo buenas los sábados, con cinco victorias hasta el momento, las mismas que Bagnaia.
Puntuar en todas las carreras y evitar accidentes será clave en las próximas cinco citas: Japón, Australia, Thailandia, Malasia y Valencia, donde podría decidirse, por segundo año consecutivo, el título de la categoría reina.
