Al final del día, después a los tristes sucesos acontecidos en el Metropolitano, todo fue encaminándose hacia donde quiso el discurso de Simeone al término del partido. Se empezó hablar de provocaciones hacia el público en los terrenos de juego, de que hay que evitar situaciones que creen tensión o de que el protagonista, ya sea entrenador futbolista, debe vivir al margen de lo que sucede alrededor. De acuerdo, empezando por uno mismo, pero de ahí a pensar que Courtois, como dijeron algunos, podía ser sancionado de cuatro a 12 partidos, es intentar engañar y desviar la atención.
No hay posibilidad alguna de que el portero belga sea sancionado. Ni el acta del árbitro, ni los informes del delegado federativo, ni del delegado de Laliga señalan al portero del Real Madrid en momento alguno. Nadie ha denunciado, más allá del discurso de Simeone, lo he hecho por Courtois, circunstancia imprescindible para que un actor del mundo del fútbol pueda ser sancionado en algún momento por el Comité de Competición. No hay lugar a la especulación a un posible castigo hacia el belga.
Simeone, si así lo desea, todavía podría hacerlo, pero sus argumentos carecerían de valor alguno para que Courtois fue sancionado. Significaría adentrarse en un mundo muy peligroso, en el que el Atlético ni quiere ni desea entrar. Además, no hay lugar, con todo lo que se ha visto desde lo sucedido, a una apertura de expediente.
Tal y como ha quedado demostrado, Courtois reacciona tras recibir diferentes insultos y lanzamientos desde el fondo sur del Metropolitano. Lo hecho por el portero cada uno lo puede ver como quiera, pero lo que no es un insulto hacia nadie, ni un gesto por el que se puedan sentir ofendidos a nivel de una denuncia.
En la Federación nadie ha hablado sobre un posible castigo hacia Courtois. Es más, la situación ha causado hasta risas. La historia no va hacia el portero belga y sí a lo sucedido desde la grada hacia el terreno de juego.
