La guerra entre Israel y Hamás está llevando un panorama de destrucción y devastación en Oriente Próximo que está obligando a miles de personas a desplazarse y abandonar su casa para salvar sus vidas. La comunidad internacional está atenta al avance de los acontecimientos y vigila de cerca la franja de Gaza, uno de los puntos más calientes en este conflicto.
Sin embargo, la guerra no es estática y ahora se ha desplazado hasta el sur del Líbano. Las tropas de Netanyahu han sido las que han tomado la iniciativa y ya ocupan parte del territorio con el objetivo de terminar con Hezbolá, que sigue con sus ataques al estado israelí. Este ya es el conflicto con más muertes de mujeres y niños del último año, según ha informado la ONG Oxfam Intermón. Solamente ayer murieron más de 490 personas, entre los cuales se encuentran miembros de colectivos vulnerables y médicos, según informó el gobierno del Líbano.
La tensión en este lado del mundo es una realidad desde hace muchos años, pero no ha sido hasta ahora que Israel se ha lanzado con una ofensiva en territorio libanés con el objetivo de decantar la guerra a su favor y terminar con el grupo respaldado por el gobierno iraní. No existe un motivo concreto del porqué del ‘timing’ seleccionado por el estado judío, aunque sí que hay ciertos elementos que ayudan a entender el calendario escogido.
Hoy mismo el gobierno israelí a declarado tres ciudades como parte de una «zona militar cerrada» dentro de su territorio: Kfar Giladi, Misgav An y Metula, un territorio no muy lejano al lugar donde se encuentra la base española.
Un momento oportuno para Netanyahu
La guerra entre Israel y el grupo armado de Hezbolá lleva desarrollándose durante décadas, aunque desde la incursión del país judío en la franja de Gaza del pasado octubre la tensión se ha incrementado notablemente.
Uno de los motivos podría responder al hecho de que la comunidad internacional está enfocada en otros temas, algo que permite cierta impunidad al estado de Israel, según se apunta en la BBC Imad Salamey, profesor del Departamento de Estudios Políticos e Internacionales de la Lebanese American University. Otro de los motivos se podría encontrar en toda la atención que genera y el tiempo de pantalla que ocupan las próximas elecciones norteamericanas y la batalla por el poder entre los candidatos, Donald Trump y Kamala Harrys.
Según los expertos la única solución a la destrucción sería un alto al fuego que permitiera respirar a una población que lleva mucho tiempo coaccionada, algo que ya han pedido algunos países como el Reino Unido o los Estados Unidos. Desde el país norteamericano, aliado histórico de Israel, se está trabajando para encontrar una solución diplomática al conflicto.
