La semana pasada, el ex presidente Donald Trump contempló la idea de “un día realmente violento” como respuesta a lo que ha descrito como una plaga de delitos desenfrenados contra la propiedad en las ciudades de Estados Unidos.
“Una hora dura, y quiero decir de verdad dura”, dijo Trump. “Se correrá la voz y terminará inmediatamente”.
Estos comentarios, realizados durante un mitin de campaña en Erie, Pensilvania, fueron la variante más reciente de un tema del que Trump ha hablado desde hace mucho tiempo: la adopción explícita del poder ejecutivo y la fuerza policial con el fin de imponer el orden, o suspender el Estado de derecho para lidiar con diversos males sociales.
En el pasado, ha instado a las fuerzas del orden a ser más duras al realizar detenciones, ha pedido la ejecución sumaria de quienes roban en tiendas y ha dicho que no sería un dictador, «excepto el primer día».
«El presidente Trump siempre ha sido el presidente de la ley y el orden, y sigue reiterando la importancia de hacer cumplir las leyes existentes», dijo Steven Cheung, un vocero de la campaña de Trump, en un comunicado que no abordó las críticas de que las observaciones de Trump parecían promover la violencia, no la aplicación de la ley.
Los comentarios realizados en Erie se produjeron en el contexto de un tema recurrente para Trump: los delitos contra la propiedad, que según él están aumentando. La semana pasada, el FBI informó de un descenso de los delitos contra la propiedad en 2023.
Trump afirmó que esos delitos quedaban impunes porque a la policía “no se le permitía hacer su trabajo” debido a la “izquierda liberal”. Dijo: “Si hubiera un día, digamos un día realmente duro y horrible con las farmacias, por poner un ejemplo, cuando empiecen a salir ”, antes de pasar a otra afirmación que se ha convertido en habitual en sus mítines.
Trump dijo que, en California, un ladrón puede robar hasta 950 dólares de una tienda sin consecuencias. Es una referencia a una medida de justicia penal que los legisladores estatales aprobaron por abrumadora mayoría en 2014, cuando Harris era la fiscala general. Ella no era responsable de la ley, que cambió la forma en que los fiscales abordaban ciertos delitos de nivel inferior; robar en tiendas sigue siendo ilegal, pero por debajo del umbral de los 950 dólares se trata como un delito menor.
El umbral de 950 dólares de California es el décimo más estricto de EEUU. Estados como Texas, Alabama y Misisipi, gobernados por los republicanos, permiten niveles aún más altos de hurto antes de que se considere un delito grave.
Trump sugirió que “niños con calculadoras” estaban sumando robos en las tiendas de California, provocando las risas de la multitud, y mencionó al representante Mike Kelly, un republicano de Pensilvania que se encontraba entre la concurrencia, mientras reflexionaba sobre “un día realmente violento”.
Luego el expresidente describió una oscura serie de acontecimientos: las tiendas, saqueadas por los ladrones, quiebran; los alquileres no se pagan; las ciudades se quedan sin dinero. Concluyó diciendo que «una hora dura» pondría fin a todo eso.
Una cuenta de redes sociales de la campaña de Harris publicó el vídeo en X el domingo por la noche, sin dar más detalles.
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