Esto no para. El Real Madrid viene de la ‘batalla’ del derbi y 72 horas después visita Lille, en el segundo partido de la Liga de Campeones, y otras 72 horas después recibe al Villarreal, tercero en la Liga y que promete ser otra batalla sobre el campo. El cambio de chip de los blancos llega con algunas rotaciones en el equipo de Ancelotti, que se ha llevado a Mbappé, recuperado de manera sorprendente, pero pierde a Courtois, su ángel de la guardia bajo palos. Visita a un equipo sin demasiadas aspiraciones, el Lille, con el que se verá las caras por primera vez en la historia.
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Los blancos llegan al partido cansados anímicamente de un derbi agotador y sobre el que siguen desparramándose ríos de tinta en un análisis interminable. Deben hacer borrón y cuenta nueva, porque la Champions ni espera ni perdona a quien se relaja. El equipo galo está preparado para aprovechar cualquier ventaja para “dar un golpe de Estado y marcar la historia del club”, como dice su técnico Bruno Gervasio.
Ni que decir tiene que el Madrid es claro favorito, pero sigue pagando el coste de un calendario imposible que obliga a Ancelotti a dar descansos, aunque sea en la competición fetiche del madridismo. Lunin vuelve a la portería cuatro meses y medio después por la lesión de Courtois. También aparece Camavinga, que no jugó ni un minuto en el derbi pese a volver de una lesión. Ambos debutarán en competición europea este curso. Tampoco se descarta que Güler vuelva al once para dar descanso a Modric, ese jugador incombustible con jerarquía de capitán general.
Datos
El Lille llega al choque con ese dato de haber ganado siete de los ocho últimos partidos jugados en casa disputados en competición europea. Enfrente tendrá al campeón, que lleva 14 partidos invictos en la Champions (10 victorias y 4 empates). Un Real Madrid que desde 2023 los marcadores han sido favorable durante los partidos con menor porcentaje de ir perdiendo (6’4%): de 1.400 minutos, solo fueron por detrás 90’2’’.
Ancelotti está pendiente del estado físico de sus jugadores / Realmadrid.com
La obligación del Lille es intentar dar la sorpresa, sobre todo en casa donde se muestra más firme. Tras un arranque ilusionante, dos derrotas consecutivas (Slavia y PSG) provocaron un bajonazo, que ha ido superando poco a poco como se vio en el triunfo en Le Havre por 0-3 el pasado sábado.
Mbappé pasa la prueba
Los blancos deberán de vigilar a su goleador Jonathan David, un delantero que se asocia bien con sus compañeros y que es certero ante la portería rival. El canadiense está muy bien escoltado en ataque por Zhegrova, un tipo técnico y con personalidad, y por el marroquí Saharaui, fichado este verano, que es peligroso por sus internadas por la izquierda. Quien no estará es Ethan por lesión, hermano de Kylian.
Ancelotti mantendrá el bloque principal, con un equipo similar al que puso contra el Atleti. La gran novedad podría ser Mbappé, que pasó la prueba en el último entrenamiento y apunta al once titular. El técnico italiano debe valorar como están los titulares que utilizó el sábado en el Metropolitano y pensando, también, en que dentro de tres días reciben al Villarreal.
