El Real Madrid iba perdiendo frente al Bayern en uno de esos partidos en los que habría que analizar también los famosos ‘expected goals’. Los hombres de Carlo Ancelotti estaban siendo superiores en juego y ocasiones al conjunto alemán, pero una vez más volvió a quedar patente que la injusticia es la belleza del fútbol. A pesar de ello, el marcador en contra chocaba con lo que se vivía en las gradas del Santiago Bernabéu, una hinchada que desayuna, come y cena milagros a una velocidad voraz. Y lo más importante, no se cansa de repetir siempre el mismo plato.
A esa mesa se apuntó a última hora Joselu Mato. El delantero español entró en el minuto 81 sustituyendo a Valverde, que había dado hasta la última gota de sudor, para firmar la remontada blanca con dos acciones de puro creyente. Primero continuó la carrera tras el disparo de Vinicius… esperando a un posible rechace de Neuer, que había estado imperial hasta este momento. El portero falló y el ’14’, el ‘9’ del Madrid que nunca dejó de creer, cazó el balón dentro del área y lo alojó al fondo de la red para firmar la igualada. El gol más importante de la eliminatoria para el Real Madrid ya estaba en el marcador, pero la cosa no quedó ahí. Porque para el Bayern, como se suele decir, las desgracias nunca vienen solas.
Los minutos más tensos del madridismo
Si incluso con fe y perseverancia el milagro aún no ha llegado, lo más posible es que lo estés pidiendo de manera equivocada. La típica elección entre tres puertas en la que el Real Madrid sabe desde antes del pitido inicial cual es la correcta. En la locura volvió a reinar el madridismo… y el 2-1 acabó llegando tras un ataque de lo más peculiar. Tras un par de intentos, el balón le llegó a Antonio Rüdiger, que levantó la cabeza y acabó metiendo el centro de su vida. Por ahí apareció Joselu para volver a perforar la portería de Neuer.
