Una de las bebidas que más se consumen en el mundo es el té. De gran cantidad de colores y sabores, el té es una de las bebidas favoritas tanto a la hora del desayuno como a media mañana o por la tarde.
Y es que en España son millones las personas que consumen té a diario. Por ello, no está de más preguntarse cuáles pueden ser las implicaciones que están derivadas de este hábito, tanto en el corto como en el largo plazo.
La Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard ha explicado que el té contiene componentes bioactivos como cafeína o polifenoles. Son estas sustancias las que explican sus efectos sobre la salud de las personas.
Como recogen desde Molecular Nutrition & Food Research, sugieren que consumir té a diario puede reducir el riesgo de muerte prematura, enfermedad cardiovascular, ictus o diabetes de tipo 2.
El añadido de determinados productos al té como miel, azúcar o leche, puede alterar los efectos de esta bebida en nuestra salud. Además, también debemos vigilar la acción diurética de té, su contenido en cafeína y la temperatura a la que consumimos la infusión.
Por una parte, el té afecta al modo en el que se desempeña la función excretora, lo que puede tener consecuencias para los riñones. Es por esto que se recomienda que las personas con problemas renales moderen su consumo.
Por otra, el consumo excesivo de cafeína puede provocar problemas de manera puntual, como nerviosismo o problemas para dormir. Además, hay estudios que señalan que consumir bebidas a muy altas temperaturas puede aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.
